Los futbolistas rusos Alexandr Kokorin (Zenit) y Pável Mamáev fueron imputados este jueves por vandalismo y agresión, cargos que podrían acarrearles varios años de cárcel.

El abogado de Kokorin, cuyo hermano Kiril también fue imputado, adelantó que recurrirá la acusación, según informan medios locales.

Entretanto, la defensa de Mamáev mantiene que su cliente no participó en la agresión a dos funcionarios del Ministerio de Industria y Comercio, por lo que solo debería ser imputado por la golpiza que le propinó al conductor de una presentadora de una televisión local.

Los abogados de ambos futbolistas recurrieron esta semana a la prisión preventiva declarada por el juez. Alegaron que con arresto domiciliario sería suficiente, puesto que ambos tienen hijos pequeños.

En principio, Kokorin y Mamáev permanecerían hasta el 8 de diciembre en el famoso centro de detención de Butirka, en Moscú, donde estuvieron encerrados disidentes soviéticos.

Serguéi Semak, técnico del Zenit, habló este jueves por primera vez de este caso. Aseguró que nadie puede justificar los actos cometidos por ambos internacionales.

«Todo el mundo tiene derecho a equivocarse. Hay una histeria que se basa en cuestiones morales y está la ley. Sin duda, los chicos merecen un castigo, pero éste debe ser justo», afirmó.

Kokorin y Mamáev fueron detenidos después de agredir brutalmente el pasado 8 de octubre a dos funcionarios y a un conductor, que por el momento se niegan a retirar la denuncia o pactar con los abogados de los futbolistas.


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