El lateral brasileño Dani Alves demostró este martes que puede jugar en cualquier parte del campo. Su equipo, el Paris Saint Germain (PSG), lo necesitó de arquero y él aceptó sin pensarlo dos veces. 

En los últimos minutos del partido contra el Sochaux, por la Copa de Francia, el futbolista de 34 años de edad tuvo que reemplazar bajo los tres palos al alemán Kevin Trapp, quien fue expulsado. 

Alves no tuvo ningún problema en colocarse el buzo de arquero y los guantes para asumir la responsabilidad de resguardar el arco. Había tiro libre peligroso a favor del Sochaux.

El brasileño recibió el apoyo de sus compañeros. Se paró en el arco, ordenó la barrera y se alistó para intentar atajar un remate directo. Para su fortuna, la pelota pegó en la barrera. 


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