El Caracas FC rechazó rotundamente los hechos de violencia que hubo el sábado 10 de noviembre contra el cuerpo arbitral, que dirigió el partido por tercera división entre su filial y el Minasoro FC en Cocodrilos Sports Park.

«El club ha puesto su empeño en garantizar las máximas condiciones de seguridad para todos los involucrados, en cada uno de sus partidos, cumpliendo con las obligaciones establecidas en las Normas Reguladoras de la tercera división», indicó en un comunicado.

La institución capitalina hizo un llamado a todos los combinados y entes de seguridad a seguir trabajando preventivamente en la planificación y ejecución de los eventos relacionados con el balompié venezolano.

«El equipo se esfuerza en promover interna y externamente los valores del juego limpio, espíritu deportivo y respeto con los árbitros», agregó. 

Algunos futbolistas del cuadro de El Callao agredieron físicamente al árbitro principal en el gramado del Cocodrilos Sports Park, por la quinta jornada correspondiente al Cuadrangular A de la tercera división. 

El juez cantó falta en el quinto minuto del tiempo añadido, debido a que el arquero de Minasoro hizo tiempo. El Caracas B consiguió el empate (1-1) y varios jugadores visitantes respondieron con violencia al final del partido.

El Minasoro también rechazó el acto de violencia, pero argumentó que las decisiones de Gregory González, el juez principal, fueron «erróneas y mal intencionadas», al permitir una serie de «irregularidades» en su contra. 


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