Apenas unas horas habían pasado de la derrota de Boca en la final de la Copa Libertadores. El combinado xeneize se subía al avión para regresar a Argentina. Este mediodía, el equipo dirigido por Guillermo Barros Schelotto aterrizó en el aeropuerto de Ezeiza.

Boca eligió el silencio. Llegó al sector de vuelos privados del aeropuerto internacional. De allí, el plantel fue trasladado a Casa Amarilla en medio de un fuerte operativo se seguridad. A diferencia de la despedida, cuando los hinchas realizaron un banderazo y acompañaron al ómnibus, la vuelta del equipo fue con la policía en los costados de la autopista.

El colectivo de Boca al salir de Ezeiza

Barros Schelotto fue el único que habló luego de la derrota. El entrenador enfrentó los micrófonos en la habitual conferencia de prensa. Nadie habló tras la caída. Lo mismo ocurrió en las redes sociales. La cuenta oficial de Boca en Twitter mantuvo 15 horas de silencio. «Final del partido en Madrid. River 3- Boca 1», escribieron luego de la derrota en la final. Recién en la mañana del lunes publicaron un mensaje.

«Siempre estaré a tu lado, Boca Juniors querido», escribieron con una foto de una de las tribunas de La Bombonera y la tradicional bandera que tiene esa frase.

El conjunto bostero comenzará sus vacaciones, ya que no tiene más partidos hasta el año que viene. Así se definirá qué pasará en el futuro: lo primero que ocurrirá será la oficialización de que Barros Schelotto no seguirá al frente del plantel, al igual que varios jugadores.


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