El público del estadio Santiago Bernabéu despidió al Real Madrid con silbidos, después del triunfo por 2-1 ante el Viktoria Plzen en la tercera jornada de la fase de grupos de la Liga de Campeones.

Los tantos de Karim Benzema y de Marcelo Vieira no fueron suficientes para calmar la ansiedad de la hinchada madridista, que no veía ganar a su equipo en los últimos cinco encuentros, de los que perdió cuatro y empató uno.

Benzema, quien no marcaba desde el 1° de septiembre, anotó su gol 57 en la Liga de Campeones y superó al holandés Ruud van Nistelrooy, con quien estaba empatado, como goleador histórico del torneo. 

El francés cabeceó un centro de Lucas Vázquez desde la banda derecha al minuto 11 y sumó un tanto que le sitúa en la cuarta posición de la tabla histórica de goleadores del torneo continental.

Ese gol le acerca al retirado Raúl González, el tercero en la lista con 71 dianas por detrás del argentino Lionel Messi (105) y del portugués Cristiano Ronaldo (120).

Mientras que Marcelo abandonó el partido con molestias en su tobillo derecho y no pudo ser sustituido después de que Julen Lopetegui completara los tres cambios.

El lateral izquierdo brasileño sufrió una entrada de Ubong Ekpai al minuto 87, cuando intentaba despejar un balón. Aunque se levantó e intentó continuar el partido, se retiró del terreno de juego, a un minuto de finalizar el encuentro. 

Por otro lado, el uruguayo Federico Valverde debutó en partido oficial con el Real Madrid. El de Montevideo inició la jugada del 2-0 con una conducción hacia el pico izquierdo del área, que dejó atrás a dos rivales, y se apoyó en Benzema para que este le sirviera el balón a Marcelo al primer toque.

El jugador de 20 años de edad, internacional en seis ocasiones con la selección absoluta de Uruguay, dejó una gran impresión asociándose en ataque con continuas diagonales hacia dentro y ayudando a Marcelo en las ayudas defensivas.

Con Lopetegui cuestionado, el choque ante el Vikrotia Plzen era un examen previo al duelo que tiene que disputar el Real Madrid dentro de cinco días en el Camp Nou, ante el Barcelona.

El cuadro checo estuvo a punto de dar un susto al equipo del técnico vasco y el público del Bernabéu despidió a sus hombres con silbidos. 


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