Detener tres penales en forma consecutiva y dejar el arco en cero no es algo que hace cualquiera. Ese fue uno de los méritos de Alejandro Araque, portero Estudiantes de Mérida, escuadra que resultó campeona frente a Mineros de Guayana en el Torneo de Apertura 2019.
Araque fue la figura de la final del campeonato y de toda la competencia. Mantuvo el arco invicto durante 11 partidos en 27 presentaciones.
El portero merideño, de 27 años de edad, se formó en la institución y jugó todos los encuentros con la rojiblanca en el torneo corto. Tiene gran amor y sentido de pertenencia con el equipo, relación que lo hizo afrontar con valentía el último encuentro y sin sucumbir ante la presión como visitante en el estadio Cachamay.
El guardameta declaró que antes de la final vio por redes sociales cómo cobraban los tiros de penal varios jugadores del conjunto guayanés. Sin embargo, indicó que el acondicionamiento con el preparador de porteros de la plantilla, José Gregorio Rodríguez, y una gran concentración fueron las principales herramientas para completar tal hazaña y llevarse el campeonato.
Sobre la Copa Libertadores, el portero rojiblanco dijo que se preparan para competir a la altura con cualquier rival. Añadió que le encantaría enfrentarse con el equipo argentino Boca Juniors y jugar en La Bombonera. “Sería algo hermoso”, expresó.
“A pesar de ocupar una posición menos activa en la cancha, los entrenamientos de los porteros son mucho más exigentes que los del resto de los jugadores”, indicó el guardameta, que en su rutina debe prepararse física y mentalmente para las situaciones de juego.
“Puedo tener tres o cuatro ocasiones de gol o ninguna. Sin embargo la concentración es la clave para todo cancerbero”, dice Araque.
El merideño manifestó que siente profunda admiración por el portero español Iker Casillas. “Fue mi reflejo y por ahí me he ido encaminando, cumplí mi sueño de ser profesional y ganar un torneo”.