Todo tiene su final, cantaba Héctor Lavoe con el acompañamiento de Willie Colón. Y esa precisamente fue la canción que se escuchó en el estadio Bicentenario San Juan de Argentina, cuando la atacante Naireth Ramírez, con dos goles, envió al recuerdo el invicto que tenía la Vinotintofemenina sub-17 desde 2012  y le dio un triunfo a la escuadra colombiana 2-0.

El estratega venezolano José Catoya sabía que se jugaba mucho en el encuentro frente a las neogranadinas, quienes no habían conocido la derrota en la primera fase del Grupo A, en la cual superaron a oncenas como Argentina, Brasil y Ecuador.

“Tenemos que salir a controlar el balón y no dárselo a las contrarias”, dijo el DT nacional antes del partido. Sin embargo, en el terreno de juego la historia fue diferente. Las cafetaleras salieron con todas sus armas en busca del primer triunfo y a los 8 minutos ya tenían buena parte del mandado hecho.

Fue la jovencita Ramírez quien aprovechó una falla de la defensa venezolana, despachó un metrallazo que no pudo detener la portera Aranzha Aguiar, para abrir la pizarra ante el escazo público que asistió a la instalación albiceleste.

La delantera venezolana Bárbara Olivieri intentó echarse sobre los hombros a una selección venezolana que no encontraba la salida. Fue así como al minuto 22 dejó regadas a dos defensoras neogranadinas, le cometieron una falta, pero la acción no pasó de allí.

La primera aproximación de las chicas de Catoya llegó a 10 minutos para el final del primer tiempo cuando Daisy Cegarra metió un riflazo que se estrelló contra la portería defendida por Michell Lugo.

Un segundo tiempo para el olvido. El DT de Venezuela buscó una nueva fórmula para intentar revertir el marcador: sacó a Cegarra y colocó en su lugar a Tifani Molina. Pero nada. Todo seguía igual con las neogranadinas administrando la victoria por la mínima.  

Fue al minuto 62 cuando volvió a aparecer la hábil delantera Ramírez quien, con un disparo desde fuera del área, volvió a superar la valla venezolana y dejó cifras definitivas.

De allí en adelante, Catoya envió a las duchas a Raiderlin Carrasco y colocó a Wilmary Arguelles, pero ya el daño estaba hecho.

La selección nacional tendrá que olvidar lo sucedido en este encuentro y preparase para el segundo partido que disputará mañana, a las 5:00 pm, contra su similar de Uruguay. El cuadrangular terminará para la Vinotinto el domingo cuando se mida con la oncena de Brasil a la misma hora.

Cabe recordar que las charrúas ya están clasificadas por ser sede del Mundial, por lo que de las cuatro clasificadas, asistirán tres a la cita que se disputará este año.


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