Normalidad y largas filas de votantes en algunos casos son las notas más destacadas de las primeras horas de las elecciones regionales de Cataluña, donde las fuerzas independentistas y los partidarias de la unidad de España se disputan la mayoría parlamentaria.

El Ejecutivo español, amparado en la Constitución, convocó los comicios el pasado 27 de octubre, justo después de destituir al ex presidente independentista catalán Carles Puigdemont y todo su gobierno y de que el Parlamento regional aprobara una declaración ilegal a favor de la secesión.

Los centros de votación (2.680) abrieron a las 9:00 am sin «incidencias remarcables», al margen de algunos retrasos, informó el Ministerio español del Interior.

En algunos lugares, la afluencia de electores era importante incluso antes de la apertura.

Están convocadas a las urnas más de 5,5 millones de personas, que deberán elegir 135 diputados regionales.

Más de 17.000 agentes de policía están desplegados en las cuatro provincias catalanas para garantizar la seguridad durante las elecciones, que se celebran en día laborable.

Según las últimas encuestas, la participación superará 80 %, y siete candidaturas obtendrán representación, aunque ninguna conseguiría diputados suficientes para poder gobernar sin necesidad del apoyo de otras.

Las sondeos anuncian también una fragmentación del Parlamento regional que dificultará las negociaciones y los pactos entre partidos y, por tanto, la gobernabilidad, tras un campaña electoral de mensajes cada vez más enfrentados entre independentistas y favorables a la unidad territorial del país.

Ciudadanos (liberales partidarios de la unidad) y ERC (republicanos separatistas de izquierda) se disputarían la victoria electoral, según las encuesta, pero alejados de la mayoría absoluta (68 escaños).

Las circunstancias de algunos de los candidatos a presidente de Cataluña inciden también en lo atípico de este proceso electoral.

Puigdemont permanece en Bélgica porque pesa sobre él una orden de detención en España en relación con el proceso independentista promovido por las anteriores autoridades catalanas.

El ex vicepresidente catalán Oriol Junqueras, que es líder de ERC, sigue en prisión provisional investigado por rebelión, entre otros delitos.

«Hoy demostraremos de nuevo la fuerza de un pueblo irreductible. Que el espíritu del 1 de octubre nos guíe siempre», dijo hoy Puigdemont -cabeza de Junts per Catalunya- en Twitter, en alusión al referéndum inconstitucional de «autodeterminación» de aquel día.

Después de votar, la número dos de ERC, Marta Rovira, lamentó la situación de Junqueras y confió en que «la democracia se imponga».

Por su parte, la candidata de Ciudadanos, Inés Arrimadas, espera una participación histórica en unas elecciones «básicas para la convivencia en Cataluña -apuntó- y la reconciliación entre todos los catalanes».

El socialista Miquel Iceta aventuró que hoy «puede ser el principio de la solución» para cambiar el rumbo de la política catalana.


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