Los principales partidos independentistas de Cataluña se debaten entre el apoyo a la reelección de Carles Puigdemont como presidente catalán desde Bruselas y el “realismo” para recuperar el poder en la región.

Mientras que el grupo JxCat (Juntos por Cataluña), encabezado por el suspendido presidente catalán Puigdemont, insiste en mantenerlo como candidato, pese a que está en Bruselas prófugo de la justicia, ERC (republicanos de izquierda) plantea como prioridad recuperar el poder y pide realismo ante la dificultad que supone la ausencia del principal candidato.

La número dos de ERC, Marta Rovira, situó como «máxima prioridad la recuperación urgente» de las instituciones catalanas, después de que el gobierno regional fue cesado por el Ejecutivo central, que asumió sus competencias tras la ilegal declaración de independencia que aprobó el Parlamento catalán el 27 de octubre. La política de ERC consideró que no recuperar las instituciones es «consolidar el gobierno del PP» (centroderecha), que en estos momentos está a cargo de la administración catalana.

JxCat y ERC consiguieron mayoría en las elecciones regionales del 21 de diciembre, con 66 de los 135 escaños de la Cámara, y junto con los 4 diputados de la CUP (independentistas antisistema) superan la mayoría absoluta (68).

Ambos llegaron a un acuerdo para elegir el 17 de enero la Mesa del Parlamento, el órgano de gobierno de la Cámara, pero los republicanos no se han comprometido a apoyar la reelección de Puigdemont como presidente del gobierno catalán.

El ex presidente catalán se postula como candidato a la reelección, con el argumento de que su grupo superó por dos escaños a los republicanos, pero pretende ser elegido de manera telemática desde Bruselas.

Si vuelve a España sería detenido, ya que está investigado, entre otros delitos, por rebelión, por su participación en el proceso secesionista.

Puigdemont aseguró que la dirección del Parlamento y la posterior elección del presidente catalán por parte de la Cámara forman un «paquete indivisible que se debe ganar para cumplir con el mandato de las urnas, que es la restitución del gobierno legítimo» que él encabeza.

Mientras, Rovira pidió “realismo para afrontar las dificultades”, y se mostró favorable a “explorar alianzas para seguir creciendo y ser cada vez más fuertes».

Por su parte, el PP insistió en que no aceptará que en Cataluña se imponga la «ciberdemocracia y que su Parlamento se convierta en un videojuego». «No vamos a aceptar que se haga una investidura telemática contraviniendo el reglamento del Parlamento. Ni ciberdemocracia ni ciberpolíticos; queremos que vuelva la normalidad a Cataluña», dijo la vicesecretaria de Estudios y Programas del PP, Andrea Levy.


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