Willie Colón, que prácticamente ha vivido el nacimiento, desarrollo, explosión y descenso de la salsa, considera que el ritmo musical que detonó en Nueva York a comienzos de los años 70 «no ha muerto» y solo ha cambiado su lugar de presentación.

El también activista político se autocalificó de «un ateo políticamente hablando» porque ya no cree «en ninguno de estos partidos» y a veces se siente «muy pesimista, especialmente la situación en Venezuela porque cada vez que uno piensa que algo va a pasar y que vamos a volver a ver a Venezuela libre, nada cambia».

Colón aseguró que existen músicos y grupos jóvenes «muy buenos» en México y Colombia que están facturando sonidos de alta calidad. Pero lo que todavía no ha llegado es un sonero de la talla de los legendarios puertorriqueños Héctor Lavoe e Ismael «Maelo» Rivera, ya fallecidos.

«En el caso de Nueva York, que es el que conozco, el campo donde existía la salsa ha cambiado. Antes, en mi tiempo, había muchos clubes para 500 o 600 personas, eran como una incubadora para nosotros, tocábamos las canciones y veíamos a la gente bailando y ahí decíamos esto funciona y esto no», contó Colón en entrevista telefónica con Efe unos días antes de actuar en México.

El icónico músico considera que »esa época ya pasó, ahora todo es el DJ, pero la salsa no se ha muerto, ha buscado otros lugares y ese lugar es el de las presentaciones masivas».

El trombonista, que inició su carrera a los 17 años de edad, contó que a pesar de todo «todavía hay mucha gente que le gusta ver a los músicos en vivo y la salsa es un ritmo que no es fácil de tocar, ya que se necesita cierto nivel de profesionalismo y de destreza musical» para hacerlo.

Gracias a sus constantes conciertos en América Latina y, desde luego, en Estados Unidos, el creador de éxitos como «Gitana» y «El Gran Varón», aseguró que especialmente en México y Colombia «hay una cosecha de músicos jóvenes muy buenos». Y estos, continuó, «cuando tocan salsa lo hacen en serio, de manera consciente» porque, dijo, «en la salsa es necesario tocar bien».

Quedó «muy impresionado» por el trabajo de esos músicos y de los grupos jóvenes: «Tienen un oído armónico muy sofisticado y están tocando mejor que yo. Ellos tienen todos los ingredientes para que puedan seguir pa’lante y producir algo».

«Lo que todavía no veo por ninguna parte es el sonero que arrolle en el escenario como un Lavoe o ‘Maelo’ Rivera, pero cuidado, tal vez, pronto aparezca», señaló.

Sobre su larga carrera en los escenarios, en los que ha estado por más de 50 años, Colón dijo: «Con 69 abriles encima, yo no veo problema conmigo, yo voy a poder tocar hasta que no pueda más y todavía no tengo una fecha vista para enganchar el trombón».

Confesó que lo más pesado es viajar por tanta seguridad y tanto trajín, “pero esas dos horas en la tarima lo valen porque, en verdad, no hay nada como eso y especialmente para una persona de mi edad, que la gente todavía lo quiera ver es increíble, para mí es un don y me siento muy dichoso de poder hacerlo y que la gente venga a verme», expuso.

Contó que a veces se ha puesto a pensar por qué la gente todavía lo sigue. «Es una cosa increíble», reflexionó, y también ha comprobado que el público genera una energía especial.

«En concierto se siente algo increíble y básicamente es el entusiasmo y las ganas que la gente trae porque tocar en una sala vacío no es lo mismo: el ingrediente importante es el público», manifestó.

Willie Colón se presentó el viernes en el Salsa Fest 2019 que se llevó a cabo durante 3 días en la localidad de Boca del Río, Veracruz, y el próximo vienes llegará al Teatro Metropólitan en la Ciudad de México con su concierto La rumba del siglo.


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