Al pie de la urna estaba el atril y el estuche azul de la viola de Armando Cañizales Carrillo. Su instrumento estaba en silencio, sellado. No había partitura qué tocar, pero sí cientos de jóvenes que se encargaron de arrullar con música el eterno descanso del joven integrante del Sistema Nacional de Orquestas y Coros Juveniles e Infantiles.

Él murió en lucha, al ser alcanzado –según el ministro de Interior, Justicia y Paz, Néstor Reverol– por “una esfera metálica cromada de 8 milímetros” durante la manifestación opositora del 3 de mayo en Caracas.

Sí. Este joven estudiante de 18 años murió luchando por un mejor país. Y así como el compositor alemán Ludwig van Beethoven decidió estrenar su Séptima sinfonía en un concierto en homenaje a los soldados heridos en la Batalla de Hanau, los músicos de la Orquesta José Francisco del Castillo –agrupación en la que Cañizales era violista– tocaron de pie el segundo movimiento de esa obra durante el funeral realizado ayer en el Cementerio del Este.

Las lágrimas y las melodías se hicieron una misma cosa en cada arcada, en cada soplo. “Lo admiro por la batalla que dio. Decía que todos nos merecemos la Venezuela por la que él luchó, que el entusiasmo que tenemos por la música es el que debemos tener por el país”, dijo el contrabajista Anderson Rivero.

A las 12:00 m, con las notas del Himno Nacional, los jóvenes rompieron fila para formarse al frente de la urna de su compañero. Con sus instrumentos fueron pasando. Se escondían tras el violín, la viola, el violonchelo para llorar. Cuando se sentían desvanecer, tomaban los instrumentos con ambas manos y lo adherían al pecho. “Él decía que el arma más grande que tenemos los jóvenes son nuestros instrumentos. Mirar hacia la sección de viola y no verlo es muy fuerte. Así como ver su estuche y que ya no esté tocando por el país que él quería”, expresa Andrea Freitas, violinista.

Sus amigos de la orquesta lo describen como una persona alegre que solo se ponía serio cuando tocaba. “Era muy comprometido, lo dicen sus notas y su música. Pero ahora no podremos saber si hubiera podido ser el mejor médico o músico del país”, destaca el violinista Miguel Ángel France.

Entre los cientos de personas que acompañaron a la familia Cañizales Carrillo se encontraban María Corina Machado, coordinadora de Vente Venezuela; el gobernador del estado Miranda, Henrique Capriles Radonski; y la diputada Marialbert Barrios. Eduardo Méndez, director ejecutivo del Sistema de Orquestas, y Ana Cecilia Abreu, hermana de José Antonio Abreu, encabezaron la representación de la institución.

Recitales a pie de urna. Las manos de los violistas compañeros de Armando Cañizales temblaban, pero los arcos se mantenían firmes en cada nota de la canción “Venezuela” que tocaron dentro de la capilla. De pie, María Alejandra Chirino también presentó con su flauta transversa un arreglo de la obra Elegía de Gabriel Fauré: “Era una tarea para la clase de Historia de la Música. Decidí estrenarla en el funeral de Armando. Se la dediqué por todo lo que está pasando, por todos nosotros. Elegía significa lamento de muerte, pena”.

Las voces de la Coral Juvenil Simón Bolívar también se unieron. Entonaron el “Ave María” de Franz Biebl, “Tota Pulchra es María” de Maurice Duruflé, “Ovos Omnes” de Pau Casals, “Ave María” de Javier Busto y “Lux Aurumque” de Eric Whitaker. Algunos coralistas preferían cerrar los ojos y solo cantar. Otros hacían pausas mientras lograban recuperar nuevamente el sonido. Los labios de la mayoría estaban inestables, pero con esfuerzo pronunciaban cada palabra. La intensidad de un aleluya los hizo crecer en llanto y sonido. “Es la única forma de sacar todo eso”, dijo uno de los cantantes.

Los padres del violista, Mónica Carrillo e Israel Cañizales, cada tanto entrelazaban sus manos. Estaban uno atado al otro. Como tratando de sostenerse, apoyados en el ataúd. Carrillo, al compás de un “Sancta Maria ora pro nobis”, sucumbió ante el féretro y reposó en él. Abrió los ojos cuando el coro concluyó la melodía con un “amén”.

Miró a su hijo y dejó encima del cristal una flor hecha con una partitura musical.

Hoy, a las 10:00 am, Armando Cañizales será enterrado en el Cementerio del Este. Se oficiará una misa que será cantada por el Coro Sinfónico Simón Bolívar. Un ensamble de trompetas también tocará en el sepelio.

Desde ahora, el Sistema Nacional de Orquestas y Coros Juveniles e Infantiles no sonará igual.

Vea también el video La solenme despedida a Armando Cañizales


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