No hubo fin de semana en Caracas que no contara con alguna opción para asistir al teatro. Aunque la crisis que se ha agudizado este año, las personas están deseosas de buscar actividades para entretenerse. Asistir a alguna obra resulta ser una de las mejores opciones, tanto por el  precio como la calidad de la muestra.

Son muchos los que participan para lograr el montaje de una pieza, desde el director y los actores, hasta los encargados de la escenografía, la producción y la prensa. Las bonificaciones salariales no son las más satisfactorias, en vista de la hiperinflación, pero ellos continúan aportando su trabajo, quizás tercamente, para evitar que se pierdan estos espacios.

Directores por un semestre

Enero fue el mes escogido para la presentación de las siete obras que integraron la cuarta edición del Festival de Jóvenes Directores Trasnocho, que abrió su  convocatoria en julio de 2017. Después de 48 funciones, en marzo el jurado eligió al ganador: Kevin Jorges por la obra Cara de fuego. En segundo lugar Samuel Medina por su adaptación del clásico de la dramaturgia venezolana La empresa perdona un momento de locura de Rodolfo Santana. En esta oportunidad se añadieron cuatro nuevos reconocimientos dirigidos a los actores. En agosto, los organizadores abrieron las postulaciones para lo que será la quinta edición del festival que se celebrará en 2019.

Teatro estadounidense con una puesta criolla

El Festival de Teatro Contemporáneo Estadounidense fue uno de los proyectos más ambiciosos de 2018. La Caja de Fósforos organizó por tercera vez, junto con la Embajada de Estados Unidos, casi cinco meses de programación que contaron con la puesta en escena de ocho piezas escritas por dramaturgos estadounidenses.

Entre las favoritas de esta edición resultó Agosto, condado de Osage de Tracy Letts, dirigida por Orlando Arocha y protagonizada por Diana Volpe, quien considera que tuvo la oportunidad de su vida al encarnar a Violeta, el personaje principal de la obra. La próxima edición del festival está pautada para 2020.

Desde lo clásico hasta lo más actual

Por primera vez se presentó en el país la versión original Medida por medida, tragicomedia escrita por William Shakespeare y dirigida por José Tomás Angola. Se mantuvo la estructura original: cinco actos y dos intermedios, casi tres horas de función. La duración de la obra no fue un impedimento para que se llenara la sala en más de una ocasión. “Siempre hay público para los clásicos”, apunta Angola.

En sintonía con la novedad, se estrenó el texto del dramaturgo uruguayo Sergio Blanco, Tebas Land, dirigido por Rossana Hernández. Con dos temporadas, una en Trasnocho y otra en Rajatabla, se contó entre las favoritas. “El texto, los temas que aborda y las sólidas interpretaciones son tres elementos fundamentales para lograr ese enganche con el espectador”, explica Hernández.

¿Y los teatros del oeste?

Las salas de teatro que abren sus puertas en el oeste de la capital se mantienen bajo la dirección de la Alcaldía de Caracas. Este año también contaron con una programación fija de la mano de la Compañía de Teatro Nacional y organizaron una nueva edición del Festival Internacional de Teatro, con la participación de compañías españolas, colombianas, chilenas, italianas, entre otras. Sin embargo, para el crítico José Pisano fue una convocatoria algo satelital. “En lugar de unir, más bien desunió”. Aunque la prensa oficial asegura que contaron con más de 1 millón de espectadores.

El público migrante

Los venezolanos en el exterior están atentos a la obras nacionales, tal es el caso deSangre en el diván de Héctor Manrique, que se presentó este mes en Madrid y contó con un asistente de la talla de Mario Vargas Llosa, quien escribió en su columna enEl País sobre este “extraordinario espectáculo”. De igual manera, en junio Leonardo Padrón llevó su musical Piaf, voz y delirio a la capital española y próximamente a México. 

Reconocimiento de la academia

Este año se entregaron los premios de la Asociación Venezolana de Crítica Teatral, encabezados por Rajatabla y La Caja de Fósforos; los Premios Isaac Chocrón 2018, donde Julie Restifo fue galardonada como Mejor Actriz por La íntima del presidentede Javier Vidal y Daniel Dannery, autor del monólogo Las Trenzas, o sobre la ausencia, ganó en Dramaturgia. Este último también recibió el Premio Marco Antonio Ettedgui, organizado por la Fundación Rajatabla, por esta obra. Y el Premio Fernando Gómez, que reconoció el trabajo de Armando Cabrera, Virginia Aponte y Kevin Jorges.


La asistencia del público a las salas fue constante, esa es una prueba del interés de los caraqueños para asistir al teatro

José Pisano, crítico teatral

El teatro nos habla. Los espectadores tienen la necesidad de plantearse inquietudes y tratar de buscar una respuesta a partir de la obra

Diana Volpe, actriz y directora

Tebas Land generó un diálogo con los asistentes porque explora el amor, que tanto nos hace falta para encontrarnos con nosotros mismos

Rossana Hernández, directora de Tebas Land


Daniel Dannery fue ganador de dos premios por su monólogo Las Trenzas, o sobre la ausencia. Crédito: Henry Delgado

Diana Volpe en su papel de Violeta en Agosto, condado de Osage. Crédito: Manuel Sardá

Tebas Land se perfiló como uno de los montajes preferidos del público. Crédito: Agua Santa Rojas


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