Roma, de Alfonso Cuarón, hizo historia en la 91º edición de los Premios Oscar, a pesar de que no ganó en la categoría principal de Mejor Película, un galardón que se llevó Peter Farrelly por Green Book, su primera incursión en el género dramático.

El filme mexicano, que contó con la producción de la venezolana Gabriela Rodríguez, se convirtió en el primero de ese país en obtener la estatuilla a la Mejor Película Extranjera.  Además, fue reconocido en los apartados de Mejor Fotografía y Mejor Director, un premio que han obtenido cinco mexicanos en los últimos seis años. Cuarón ganó en 2014 por Gravity, Alejandro González Iñárritu lo hizo en 2015 y 2016 por Birdman y The Revenant, respectivamente, y Guillermo del Toro triunfó en 2018 por La forma del agua

«Esta es una película mexicana. Este premio pertenece a México. No es solo que 95% del equipo y 100% del reparto sean mexicanos, sino que la temática, el paisaje, todo es México. Esta cinta no existiría si no fuera por México. Y no podría estar aquí si no fuera por México», expresó el director durante una rueda de prensa realizada luego de la ceremonia.

Green Book se alzó con otras dos estatuillas: el cantado Mejor Actor de Reparto para Mahershala Ali por su interpretación del músico Dr. Shirley y por Mejor Guion Original.

Bohemian Rhapsody, una película que ha sido favorecida por la taquilla pero no por la crítica, fue la que se llevó la mayor cantidad de premios de la noche con cuatro. Como se esperaba, Rami Malek triunfó como Mejor Actor gracias a su interpretación del líder de Queen, Freddie Mercury. Se impuso a la aplaudida transformación de Christian Bale para encarnar al 46º vicepresidente de Estados Unidos, Dick Cheney, en Vice. Se le suman categorías técnicas: Edición de Sonido, Mezcla de Sonido y Mejor Montaje, en la que competía con cintas como First ManLa favorita y Black Panther.

La gran sorpresa de la noche fue el Oscar a Mejor Actriz para la británica Olivia Colman por su trabajo en La favorita, lo que tumbó las apuestas que daban como ganadora a Glenn Close por The Wife. Siete nominaciones ha recibido la intérprete estadounidense sin éxito.

Regina King, que ya había triunfado en los Globos de Oro, se alzó con el premio a la Mejor Actriz de Reparto por su papel en If Beale Street Could Talk, dirigida por Barry Jenkins, conocido por Moonlight, ganadora del Oscar a Mejor Película en 2017.

Otro de los momentos más especiales fue el Oscar para Spike Lee al Mejor Guion Adaptado por BlacKkKlansman. Es el primero de su larga trayectoria en competencia (en 2016 recibió uno honorífico). El público se puso de pie para ovacionar al también actor cuando recogió la estatuilla. «Las elecciones presidenciales de 2020 están a la vuelta de la esquina. Movilicémonos. Estemos en el lado correcto de la historia. Hagamos la elección moral de amor contra odio», expresó.

Spiderman: un nuevo universo, ovacionada por la crítica y bien recibida en la taquilla, triunfó en la categoría de Mejor Película Animada, imponiéndose ante Los increíbles 2 o Wifi Ralph, ambas distribuidas por Disney.

El momento musical de la noche fue el de Lady Gaga y Bradley Cooper interpretando “Shallow”, ganadora del Oscar a la Mejor Canción. “Esto es un trabajo duro. He trabajado duro durante mucho tiempo y no se trata de ganar. De lo que se trata es de no rendirse. Si tienes un sueño, lucha por él. Hay una disciplina para la pasión, y no se trata de cuántas veces te rechazan o te caes o te golpean. Se trata de cuántas veces te levantas, eres valiente y sigues adelante”, expresó la cantante entre lágrimas tras recoger el premio.


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