Gustavo Pierral, locutor y productor de 64 años de edad, ya no se levanta a las 4:00 am. Hace dos semanas renunció al Circuito FM Center, donde conducía el programaDespierta tus sentidos, que transmitía La Romántica 88.9. Alega que debido a diferencias con respecto a la dirección de la emisora, cambios de horario y formato de su programa decidió dejar el espacio del que estaba a cargo desde hace 23 años.

Ante el cambio de rutina Pierral vive un momento de transición, pues 44 años de su vida los ha dedicado a trabajar en radio y televisión. Sin embargo, no deja de ser optimista ni de pensar que pronto llegará otra oportunidad para estar de nuevo en un cabina y frente a un micrófono.

¿Cómo ha sido esta primera semana sin salir al aire?

—Sinceramente ha sido muy difícil. Durante 23 años tuve la rutina de levantarme a las 4:00 am. Pero siempre fue más que una rutina; se trataba de sentirme vivo, de llevar entusiasmo, alegría y entretenimiento a la gente que durante todos estos años sintonizaba la radio. Estamos hablando de padres, madres y jóvenes que me escuchaban para ir al colegio. Como tengo tantos años en la radio, he ganado credibilidad, afecto y el respeto de la audiencia, un elemento muy importante dentro del medio. Despierta tus sentidos era el cafecito de la mañana que me tomaba todos los días, y me hace falta.

—¿Por qué renunció al programa?

—Yo creo que uno debe ser muy auténtico y consecuente con sus valores. Empecé a estar en total desacuerdo con la manera en la que se estaba dirigiendo la radio, el formato, y el horario. Desde hace tiempo estoy trabajando con horario prime time de 6:00 am a 10:00 am, pero me cambiaron de 8:00 am a 10:00 am. Y en la última propuesta, que fue la gota que derramó el vaso, me querían mover de 11:00 am a 12:30 del mediodía. Por supuesto que respeto las decisiones del dirigente de la emisora y a la persona que ahora ocupa mi espacio, la periodista Diana Carolina Ruiz. El primer cambio lo acepté. Sin embargo, cuando me vuelven a proponer un nuevo horario y con un formato de programa distinto, un espacio de concursos para regalar neveras, televisores, viajes, entre otros, me di cuenta de que ya no me querían en la radio y que era momento de partir. Ya yo había realizado hace mucho tiempo un programa de concursos llamadoTrampolín a la fama en Radio Caracas Televisión. Sentí que estaba retrocediendo y no me hacía sentir bien. Cumplí mi misión en esa emisora, y lo que me espera es otro proyecto en otro lugar que esté interesado.

¿Cuál es el mayor reto que afronta la radio venezolana?

—La radio está pasando por uno de los momentos más importantes y trascendentales. Yo he podido ver muchas etapas de la radio en estos 44 años. Comenzando por la época en la que en AM existía una revolución musical de rock, y en la que eran protagonistas Iván Loscher, Plácido Garrido, Napoleón Bravo, Renny Ottolina, Don Adolfo Martínez Alcalá, entre otros. Luego de haber estudiado producción de radio y televisión en Los Ángeles pase a la etapa FM,  conocida por ser el espectáculo del sonido y en el que la música era protagonista. En frecuencia modulada comencé en KYS, donde estuve 11 años, hasta llegar La Romántica. Pero ahora hacemos una radio completamente diferente debido a las nuevas tecnologías donde el protagonismo se lo llevan la interacción y participación con el público, que está relacionado con la situación que estamos viviendo en el país. La rapidez e interactividad es un reto, hay que estar constantemente revisando las fuentes para que sean confiables.

¿Cuál es el tipo de información que demanda el público venezolano?

—Eso depende. Es como un periódico que tiene varios cuerpos con distintas secciones y el lector escoge lo que quiere leer; así también sucede en la radio, en la que el oyente escucha el contenido que quiere, ya sea política, entretenimiento, deportes. Cada radio tiene su nicho. Nadie tiene la respuesta en ese sentido, ya que en estos tiempos no existe ninguna empresa que mida la sintonía ni en radio ni televisión.

—¿En tiempos de censura y autocensura es posible hacer buena radio?

—Sí, es posible. Siempre que seas objetivo y te ganes la credibilidad del público vas a saber manejarlo. Por supuesto que estamos viviendo momentos muy complicados, en los que no todo el tiempo puedes decir todo lo que piensas; pero si lo que dices lo haces con respeto, con inteligencia y sabiduría, quien lo escuche lo tiene que aceptar. Si yo no ofendo, no insulto ni hiero, el otro debería aceptar lo que yo pienso. Todos deberíamos entender y aceptar opiniones distintas de la nuestras; así como sucede en las relaciones de pareja en las que, a pesar de que no estés de acuerdo, igual amas al otro.

—La radio como negocio debe subsistir. Por ello ha tenido que realizar concesiones al gobierno para permanecer al aire. ¿Está de acuerdo?

Tenemos que entender que los dirigentes de las emisoras han hecho una inversión importante, pero también hay que saber que se han implementado muchas cuestiones que se las han puesto muy difícil. Si yo fuera dueño de una radio, yo también tendría que ajustarme. Sin embargo, esto es algo que sucede en todo el mundo. Medios como NBC, CBS, Fox, y cualquier canal del mundo, no pueden decir lo que quieran. Cuando se irrespetan las reglas, tanto la emisora como el locutor saldrán perjudicados. De hecho  ambos, muchas veces, terminan irrespetándolas. Si las reglas están hechas bajo la premisa del respeto, no hay razón por la cual tengas que irrespetarlas.

¿Cómo hablar de entretenimiento sin ser superficial?

—Si ya te han identificado con el entretenimiento, ya el público sabe cuál es tu función: entretener. Así sucede con las personas del teatro, los músicos, y más. Siento que soy auténtico cuando hablo de entretenimiento, la clave es hacerlo sin desconocer lo que estamos viviendo. Sin embargo, mi trabajo es entretener y creo que nací para esto; quizá a lo mejor en otro momento pudiera adentrarme en otra área y tocar temas más políticos. Pero debe existir la libertad en lo que estamos haciendo, y no todos debemos encasillarnos. Eso me parece injusto. A mí me han insultado muchas veces diciendo que no vivo en Venezuela y que no le doy importancia a lo que nos rodea. Y no es así. Por otro lado, no me pueden prohibir entusiasmar en la radio. Si es así, no existirían otras figuras que entretienen. Puede ser que no te guste el programa, pero el oyente tiene libertad de escuchar lo que quiera.

¿Qué opina de los nuevos talentos de la radio?

—Estoy preocupado por la gente joven que está incursionando en la radio hoy en día. Al igual que en televisión. No veo muchachos que pudieran representar un ejemplo para las próximas generaciones. Si retrocedemos al momento en el que yo era joven, tenía muchos ídolos a los que admiraba. Para mí era un enriquecimiento de altísimo nivel cuando tenía chance de tomarme un café con Renny Ottolina o Adolfo Martínez Alcalá, porque quería ser como ellos. Hoy en día los jóvenes de los medios siguen un mismo patrón. Dan demasiada importancia a la apariencia y se han perdido los valores. Además, he sentido que no tienen ganas de abordar a los más experimentados para preguntarles cómo llegaron a donde están. Yo me pregunto: ¿Dónde está ese Eli Bravo del año 2018? ¿Dónde está ese Luis Chataing? No considero que la razón sea porque hay menos emisoras o por la fuga de talento, porque igual hay algunos espacios. Si te están dando un tiempo para radio o televisión, debes aprovecharlo bien.

Tiempo de transición

Para Gustavo Pierral los últimos días han sido tiempo de descanso y de compartir con la familia.

También se ha dedicado a su labor productor. Trabaja con el pianista Leopoldo Betancourt, quien el 10 de junio presentará el espectáculo Con el corazón en las manos, su más reciente producción discográfica, en el Centro Cultural BOD. “Este trabajo como productor me distrae, soy amante de la música”, aseguró el locutor.

Sin embargo, no oculta el deseo de volver al aire. “Espero anunciar pronto cuál será mi nuevo proyecto radial.  Sin embargo, no estoy apurado. Quiero que fluya y llegue en su momento”, manifestó.

Para el futuro, Pierral tiene planes de escribir y publicar un libro en el que pueda plasmar sus experiencias para que sirvan de ayuda a los jóvenes. Tratará sobre la búsqueda de la verdad, la originalidad y la autenticidad del ser. “Yo creo que ese es el éxito cuando lo logras sin rebeldía y sin sentirte gran cosa”, expresó.


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