Hay, en este momento, dos Polo Troconis ante los micrófonos de la radio: el primero se levanta todos los días a las 2:40 am para participar en un morning show de Mix 98 Miami, donde se desempeña como show producer entre las 4:00 am y las 10:00 am. Y el otro, desde esa ciudad, viaja a una época dorada de la radio venezolana con La Polo Music, que desde hace dos meses transmite Circuito Éxitos, entre 1:00 pm y 3:00 pm, sábado y domingo.

Desde Miami, donde reside desde agosto de 2015, el locutor cuenta que La Polo Music surgió gracias al empuje de quien ha sido, además de sus hijos, su motor en estos últimos años de duro proceso migratorio: su pareja, Ade Ferro. “Ella ha sido una roca que es fanática por ejemplo, de Soda Stéreo o Simple Minds. Yo comencé a postear en Instagram la música que me gusta, con datos e historias y un día me dijo: ‘¿Por qué no vuelves con La Polo Music?”, recuerda.

Y pasaron apenas minutos entre la sugerencia de Ferro y un mensaje por WhatsApp con la propuesta de Polo Troconis a Jaime Ross, presidente ejecutivo de Unión Radio, quien estaba reunido con Enrique Gómez, vicepresidente de Circuito Éxitos. La respuesta, inmediata, fue un sí. Y el fin de semana siguiente La Polo Music estaba de vuelta en la radio.

Desde ese momento ya se han transmitido 18 ediciones de pura nostalgia, de regreso a épocas doradas de la radio venezolana, a la Caracas de grandes conciertos y tiendas de música que le han permitido a Troconis conectarse con radioescuchas de Venezuela y venezolanos en el mundo. “Para mí ha sido una sorpresa y una satisfacción inmensa. Hago un programa en FM para Venezuela grabado en el miniestudio de mi casa en Miami, pero tengo interacción con gente de los lugares más remotos del mundo gracias a las redes sociales, que no solo me escuchaba en Éxitos o en La Mega, es gente que está conmigo desde la década de los años ochenta cuando estaba en Radio Nacional, o luego en la Radio del Ateneo”, confiesa Troconis, quien además de productor se ha desempeñado como gerente de radio.

—¿Qué se ha propuesto en esta nueva etapa de La Polo Music?

—Sinceramente, un reencuentro con la Venezuela posible. Esa en la que yo ahorraba la mesada del colegio para comprarme discos en la Media Nota de Chacaíto, en la que grabábamos cassettes, íbamos y veníamos en cola de conciertos en El Poliedro. La música del programa es una excusa, en estos momentos, para recordar recitales, muchas anécdotas, el antiguo paisaje de Caracas, la ciudad en la que se podía caminar a medianoche y en la que el mayor problema era que te agarrara la recluta con la Policía Metropolitana. Todas esas referencias históricas nos están moviendo mucho a la gente y a mí.

Troconis habla con entusiasmo del especial que hizo el 7 de noviembre con Eli Bravo, una de las grandes referencias de la radio participativa venezolana durante la década de los años noventa. “Fue un programa pasional. Pasión por la música, por la radio, por aquella Caracas en la que vivíamos. Fue un gran trabajo no solo para la audiencia, sino también para nosotros”, recuerda.

—¿Y habrá más especiales?

—Me he propuesto uno al mes. Hoy estará en el programa Pedro Castillo, el vocalista de Aditus. Vamos a hablar mucho de música. Sonaremos una grabación de Aditus que George Henríquez, el fundador y tecladista de la banda, le pasó a Pedro cuando fueron teloneros de Saga en el Poliedro. Eso nadie lo ha escuchado. Pondremos una versión de “Perdiendo altura” que canta Elisa Rego y “No te vayas ahora”, que interpretan Pedro, Frank Quintero y Guillermo Carrasco.

 La estafa

A los 52 años de edad, a Troconis le ha tocado comenzar desde cero. No ha sido fácil, pero se ha propuesto disfrutarlo y, sobre todo, aprender. Él, que comenzó en la radio en Venezuela en 1986, siente que desde su salida del país, en abril de 2015, está en un constante proceso de formación en el que lo han ayudado mucho puertorriqueños, cubanos y dominicanos con quienes le ha tocado compartir cabinas.

A Miami llegó hace tres años luego de un paso por Houston donde, dice, fue estafado moral y económicamente. “Iba con unos planes que no se dieron nunca. Pero necesitaba seguir adelante por mis hijos y uno de mis primeros trabajos fue en el área de mantenimiento en el Walmart de Tomball, en el turno de 11:00 pm a 7:00 am”. No se sintió mal, confiesa; al contrario, valoró muchísimo ese mes y medio en el que recogió bolsas, limpió pasillos, ordenó las motos eléctricas que los discapacitados dejaban en el estacionamiento. “Yo, desde el primer momento, pensaba que iba a hacer lo que me gustaba, que es radio. Pero la vida me puso frente a otra cosa. En ese momento agradecí mucho lo que había logrado y me lo vacilé, porque no había de otra. Y lo que hice, lo hice bien. Walmart fue la oportunidad cuando no hubo ninguna”.

Pero, poco a poco, surgieron otras alternativas hasta que llegó la posibilidad de volver a lo suyo en Radio Caribe, una estación por Internet en Houston a la que, dice, le debe mucho. “Porque cuando estaba en ese momento de locura de no saber qué hacer, con planes y con chamos, el programa en la web me daba una rutina, una razón para levantarme, hacer el café, prepararle la lonchera a mis hijos. Allí estuve dos años hasta que decidí venir a Miami”.

En esta ciudad, además de ser freelance como asistente de producción, productor, y locutor en radio, ha trabajado como DJ en primeras comuniones, matrimonios, piñatas. Recuerda, también, el año en el que estuvo de Uber. Y rememora una anécdota de un 24 de diciembre: “Se subió al carro la mamá de un amigo de mi hermano del San Ignacio de Loyola y me dejó una propina de 20 dólares”. Ríe y agrega: “Acá uno tiene que seguir adelante. No quejarse porque hay gente que la está pasando peor. En Estados Unidos la inocencia, la confianza y los errores tienen un costo muy alto”.

 El presente

“En estos momento me siento como un chamo de 20 años de edad entrando en la radio”, comenta Troconis. Todas las mañanas se desempeña como show producer de Los Pichy Boys, un morning show de entretenimiento y humor que tiene los más altos índices de audiencia, recalca, en el sur de Florida.

—¿Ha sido fácil adaptarse a la radio de Miami?

—Hay que adaptarse no solo a la cultura si no a los nuevos tiempos, a lo que es la radio hoy en día, que es integración de medios alternativos con los no alternativos, con redes sociales, con contenido instantáneo. Porque no solamente soy quien hace el guion o está en la cabina, sino que genero contenidos digitales, grabo y realizo muchas cosas que no había hecho nunca. Y te vas adaptando a un estilo de radio muy diferente, y por adaptarte también pasas a adecuarte a una radio en la que el mensaje es más breve, todo es más dinámico y ágil. La clave está en no ofrecer resistencia y hacer lo que se debe hacer.

Troconis dice que en Miami la radio es “non stop”, muy alegre, en la que constantemente hay concursos, secciones, interacción con la audiencia. “Yo salgo exhausto a las 10:00 am luego de 6 horas de programa en vivo”.

—¿Y sobre la música qué opinión tiene?

—La música es totalmente diferente al estilo con el que había trabajado. Los que me conocen y han escuchado La Polo Music saben que mi orientación es hacia lo anglo y el pop rock en español. Acá lo que se consume es música urbana y pop, porque es lo que quiere el oyente. Y, de hecho, en estudios de audiencia, las radios latinas tienen más sintonía que las emisoras anglo en el sur de Florida. A mí las oportunidades se me han dado de una manera y las he aprovechado.

—¿Ha aprendido algo musicalmente?

—He conocido a reguetoneros muy buenas personas que son bastante profesionales, puntuales y accesibles. Claro, no quiere decir que ahora estoy perreando; he aprendido a respetar el trabajo de gente seria. Lo respeto, pero no le subo el volumen.


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