Por JOSÉ ANTONIO PARRA

La muestra DISIO. Nostalgia del futuro, que recién se inauguró en la ciudad de Caracas en tres contextos simultáneos pone de manifiesto el entretejido espacio temporal del arte actual. En esta exposición participan en total veinte artistas; siete italianos y trece venezolanos, en tres espacios expositivos diferentes; la Sala TAC del Trasnocho Cultural, La Caja del Centro Cultural Chacao y el Instituto Italiano de Cultura. La misma ha sido curada por Antonello Tolve, con la colaboración de Carolina Balza, Félix Suazo y el apoyo de Patricia Hambrona y Narda Zapata. Esta iniciativa fue motorizada por la Embajada de Italia en Venezuela y el Instituto Italiano de Cultura de Caracas, en colaboración con los espacios expositivos arriba mencionados.

Hay varios aspectos que son claves en este trabajo; por un lado está la confluencia de diversos tiempos en el fenómeno del arte, así como de artistas de distintas regiones. Asimismo, hay una suerte de clave geométrica en la realización de varios triálogos o trabajos a seis manos que se han venido dando entre los artistas venezolanos e italianos implicados en el proyecto. Esta aparición simultánea de muestras en espacios diferentes se inició el domingo 4 de junio en la Sala TAC y La Caja; las muestras fueron tituladas: La presencia del futuroVolver y Pasado próximo. El lunes 5 se dio, asimismo, la inauguración de una muestra documental en el Instituto Italiano de Cultura. No obstante, esta suerte de triálogo se da no solo desde una perspectiva literal, sino metafórica, en el sentido de que no solo dialogan artistas de la actualidad, sino artistas de otros períodos inmediatos anteriores al que experimenta el arte en la actualidad. Hay, si se quiere, un diálogo de lo estético y lo imaginario entre sí, dimensión última que le da una exquisita connotación a esta propuesta.

Uno de los aspectos más llamativos de los diálogos que se dan entre corrientes estéticas en esta propuesta es lo relativo a las tendencias implicadas en ella. De modo que frente a Reverón y su “Teléfono” (1940), en tanto dimensión simbólica de la comunicación, aparecen el boceto para “Formas únicas de continuidad en el espacio” (1913) de Umberto Boccioni, el dibujo supremacista “Papagayos” (1916) de Kazimir Malevič y el “De pie desnudo” (1910) de Marcel Duchamp. Asimismo, me resultó muy agradable la presencia de las propuestas cinéticas en el contexto de Pasado próximo, lo cual le da a la totalidad de este trabajo el sabor de las formas y propuestas cromáticas más divinas ocurridas literalmente en el pasado próximo. Aspectos, incluso referidos a lo antropológico y nuestra identidad cultural, son claves en este trabajo. La impecabilidad de lo conceptual es marca sustancial en esta apuesta, de modo que los triálogos manifiestan otra cara más del tríptico que está puesto en escena con esta muestra.

Así que este entretejido e intercomunicación entre tiempos pone en evidencia la poética actual de las artes, al igual que las formas de concebir experiencias estéticas grupales. No podemos finalizar esta nota sin mencionar de manera individual a los artistas participantes en la misma. Por Italia están: Enrico Pulsoni, Giovanni Termini, Eugenio Tibaldi, Domenico Antonio Mancini, Antonio Della Guardia, Max Coppeta y Fabrizio Cotognini. Por Venezuela participan: Jason Galarraga, Adolfo Alayón, Luis Millé, Zeinab Rebeca Bulhossen, Hayfer Brea, Ángela Bonadies, Iván Candeo, Camilo Barboza, Eduardo Vargas Rico, Manuel Eduardo González, Antonio Paz, Luis Arroyo y Magdalena Fernández.

Esta muestra deja en evidencia la confluencia de una serie de géneros, miradas y técnicas distintas en el abordaje de la plástica. Sin lugar a dudas que ella es una experiencia que debe ser vista como una totalidad orgánica en devenir, expresión de lo que es hoy por hoy el quehacer de las artes en el mundo. Resulta, asimismo, muy singular el hecho de que la propuesta tome lugar en el contexto actual de la nación venezolana, como un llamado –desde lo puramente estético– a (re)vincularnos con las perspectivas más depuradas que han redundado en la realidad del mundo actual. De esta forma, DISIO. Nostalgia del futuro, inaugura una nueva modalidad a la hora de establecer un tejido de interconexiones entre miradas y planteamientos en el arte.


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