Por JOSÉ ANTONIO PARRA

La propuesta fotográfica del norteamericano Leigh Ledare (1976) es profundamente controversial. En efecto, la obra de este artista trascendió mundialmente luego de que hiciese un trabajo en el que retrató a su madre en actitudes eróticas y teniendo sexo con hombres jóvenes.

A simple vista esto pudiera sonar como una experiencia porno, del estilo fauxcest, una categoría de incesto ficcional en el porno que estadísticamente tiene alta demanda hoy en día. Pero en este caso estamos en presencia de fotografías de Tina Peterson, una hermosa mujer pelirroja de mediana edad, quien había sido una promesa del ballet clásico y portada de la revista Seventeen décadas atrás.

No obstante, no todo es tan simple cuando se trata de Ledare. Detrás de esta propuesta yace una profunda elaboración que abarca múltiples territorios. Entre ellos estaría lo referido a la fotografía erótica per se, así como a las implicaciones edípicas. Asimismo, la transgresión, las interrelaciones sociales y discursivas son parte vital de esta apuesta. Esto último es sustancial puesto que un aspecto central de la obra de Ledare reside en llevar al otro, bien sea el público, la crítica, la curaduría o los medios, a abordar lo tabú en el plano del discurso. El propio Ledare ha dicho en relación a esto que su objetivo es “observar lo que permanece oculto, lo que produce vergüenza y preocupación moral”. Entonces, lo escandaloso del trabajo es en sí solo un artilugio que redunda en la propagación del discurso que el artista pretende generalizar, saliendo de lo tabú y lo oculto.

Por un lado hay una instancia en la que esta obra despierta la erótica, aun cuando para buena parte del público resulta perturbadora, luego de saber que la hermosa modelo es justamente la madre del fotógrafo. Hay que tener presente que la tensión erótica de este trabajo, así como lo relativo a sus acabados formales son un aspecto secundario en la propuesta total del artista. Como hemos mencionado antes, el concepto eje de la propuesta implica el abordaje por parte de muchos interlocutores de lo tabú, en este caso una forma de dar luz a territorios oscuros de la psique humana. Aquí el artista presenta a la modelo en una doble modalidad; tanto como madre y como sujeto erótico. Es justamente el artista quien observa este lado erótico y le da énfasis. Ultimadamente, Ledare sostiene que su planeamiento está enfocado, más allá de su madre, hacia una mujer –en líneas generales– que practica sexo. El tener que lidiar en tanto fotógrafo con los aspectos emocionales implícitos en el vínculo con su madre fue también parte de este trabajo.

Entonces estamos en presencia de una propuesta artística profundamente trasgresora y subversiva; una propuesta que irrumpe directamente contra la prohibición del incesto, una ley de naturaleza trascendente que apunta desde el punto de vista cultural a lo atávico, a la preservación misma de la especia humana.

No es casual entonces que haya sido la propia Nan Goldin quien puso el ojo curatorial en esta figura. Aquí tenemos a un artista que va más allá de lo controversial, lo escandaloso o lo perturbador y está elaborando un trabajo como una totalidad conceptual.

Adicionalmente, Ledare realizó una serie de fotos en las que hizo un registro de un fin de semana que pasó con su expareja en una cabaña. Esta serie fue contrapuesta con una serie de fotos también de ella con su actual pareja. Asumirse desde una perspectiva incómoda y (re)presentar dicha perspectiva es otro de los puntos centrales de su trabajo, tal y como ocurrió cuando el fotógrafo posó para mujeres que solicitaban en anuncios a alguien que posara en actitudes sexuales.

Este trabajo está llamando la atención de los medios especializados desde el año 2010, cuando fue expuesto inicialmente en una de las sucursales del MoMA. Asimismo, estuvo en el año 2011 en los Encuentros Fotográficos de Arles en Francia.

Su fama se ha ido extendiendo y ha participado en muestras de importantísimos lugares en el contexto de las bellas artes. Sin lugar a dudas con Leigh Ledare estamos en presencia de un artista con mucha garra y con gran inteligencia, su obra denota una propuesta muy valiente y atrevida.


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