Noemí Márquez tiene 82 años de vida, de los cuales más de 50 los ha dedicado a labrar el eco del barro con sus manos. “Cada pieza me va diciendo qué es lo que quiere y vamos construyendo juntas una narrativa que luego trasciende con el fuego”, dice la artista que presenta más de 30 piezas de pequeño formato y otras que sobrepasan los dos metros de altura en su más reciente exposición Luz & fuego que dejan huella en el tiempo, en la que además de las esculturas producidas este año, se exhibe un registro fotográfico que da cuenta de la trayectoria de quien obtuvo el Premio Nacional de Artes del Fuego en 1998.

El horno del taller de Noemí Márquez en la urbanización San Luis, donde tiene una amplia vista al Ávila, se mantiene encendido a diario y guarda piezas que pueden llegar a convertirse en grandes ensamblajes que desafían la estabilidad. “El tamaño del horno es la única limitante que tengo para hacerlas cada vez más altas”, revela la ceramista, cuyas piezas se mantienen expuestas de forma permanente en el Museo de Bellas Artes, entre otros centros del arte nacional e internacional.

Tiras superpuestas paleteadas y colocación de óxido de hierro en las pastas para alcanzar colores particulares son algunas de las técnicas que la escultora utiliza para darle forma a las grandes columnas que constituyen el centro de Luz & fuego que dejan huella en el tiempo en la Galería de D’Museo. Estoy coronada, encontré el caminoPequeña catedral y Hundí mis manos en ti miden casi tres metros y empequeñecen a la veintena de óvalos, círculos y grandes masas rojizas de arcilla quemada que están cubiertas de símbolos e incrustaciones de barro. Para Márquez cada pieza tiene una identidad propia.

“Mis obras son piedras espirituales, por eso siento que cada una tiene que tener una personalidad distintiva. Les coloco figuras y elementos variados para diferenciarlas”, relata Márquez. “Son piezas rituales que no tienen nada que ver con lo religioso, pero pueden llegar a conmover o estimular a la gente. El fin es que logren elevar el espíritu y que nos mantengan siempre mirando hacia lo más alto, hacia las emociones más puras y bellas”, agrega la ceramista que ha expuesto en Miami, Zagreb, Londres, Taiwán Bruselas y en su natal Caracas por años.

Con la curaduría de José Francisco Cantón y la museografía de Alberto Asprino, la Galería de D’Museo del Centro de Arte Los Galpones culmina su ciclo expositivo del año con las esculturas de la ceramista. En la muestra, además de las piezas de Márquez, los artistas de la lente Luis Lares, Manuel Pérez “Tucán”, Antolín Sánchez, Carlos Germán Rojas, Edgar Moreno, Laura Márquez y María Isabel Morillo brindan sus testimonios fotográficos de lo  que han vivido en el taller de la creadora a lo largo de 50 años de trayectoria. La artista puntualiza: “La fotografía es luz y nos permite registrar momentos y ambientes de por vida, al igual que la cerámica con el fuego. Por eso, me siento muy feliz de poder exponer con mis amigos”.


Luz & fuego que dejan huella en el tiempo

Galería de D’Museo, Centro de Arte Los Galpones

De martes a domingo: de 10:00 am a 4:00 pm

Entrada libre



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