—¿Qué de light queda en la salud del venezolano?

—Irónicamente que, la gran mayoría, está comiendo menos. Menos calorías, menos peso; pero seguramente en muchos también no más salud, pues hay gordos desnutridos.

—¿Un ejercicio para el optimismo?

—La fe y la rutina de meditar.

—¿Un régimen para el régimen?

—Una terapia de shock para sacarlos de la etapa de negación que tiene casi 20 años, y que los lleve a un acto de contrición o arrepentimiento. Se mienten a sí mismos y al pueblo.

 —¿Para la oposición?

—Una gran depuración o desintoxicación.

—¿Una cirugía para el alma del país?

—El retorno a los valores que nos lleve verdaderamente a amar el país.

—¿Para la “revolución”?

—¿Qué revolución?

—¿Recomendaría los gallineros verticales y conucos en los hogares?

—Gallineros no por razones sanitarias, los conucos sí.

—¿La hierba mala nacional?

—La corrupción, los delincuentes de cuello rojo y los que surgieron de la miseria del país.

—¿El bienestar perdido?

—La democracia y la independencia de poderes.

—¿El sustituto de una dieta balanceada?

—El hambre.

—¿De las medicinas?

—Lamentablemente no hay sustitutos, solo nos queda evolucionar emocionalmente.

—¿Una alternativa para el 85% de la población que come una vez al día?

—Muy difícil… los frutos de los árboles, donde los haya.

—¿Una dieta espiritual?

—Debemos eliminar la rabia y la desesperanza.

—¿Un hábito para afrontar los altos precios?

—No comprar nada, solo lo estrictamente necesario.

—Pese al precio de la cajetilla, ¿por qué se mantiene el consumo de tabaco?

—En un vicio… una debilidad del espíritu.

—¿Legalizaría la marihuana?

—Solo con fines medicinales, en enfermos terminales o crónicos para mitigar sus sufrimientos.

—¿No solo de pan y agua vive el connacional?

—Sin duda, el espíritu está primero.

—¿Se puede meditar con hambre?

—Es difícil, pero sí se puede. Los evolucionados de espíritu dicen que ese es el estado ideal para meditar.

 —Si desde 2016 ascendió la mortalidad infantil, ¿está desnutrido el futuro del país?

—Totalmente.

—¿Se reducirá el cerebro del venezolano?

—Sin duda.

—¿Mejorará la situación?

—Si Dios interviene, pues sí.

—Mientras, ¿un refugio?

—La fe y mi casa.

—¿Una esperanza?

—Que los malos se arrepientan.

—¿Una convicción?

—Dios tarda, pero siempre cumple.

—¿Extraña Globovisión?

—Sí, allí fueron mis inicios en TV. Pero vivo mi presente y lo agradezco mucho. Mi presente es Venevisión Plus.

—¿Y el Kino Táchira?

—Pasó a la historia.

—¿Es una lotería gozar de buena salud en este país?

—¡Sin duda!

—¿Imagina la proyección hoy de aquel film Nueve semanas y media?

—Quedó en pañales con lo que se ve en las redes.

—Con tanta delgadez colectiva, ¿procedería una bailoterapia?

—La bailoterapia procede para alegrar el espíritu.

—¿Y ejercicios sin consumo de proteínas y carbohidratos?

—Contraproducentes.

—¿Ha probado la dieta de Maduro?

—Sí, por supuesto.

—¿Es posible en Venezuela aquello de mente sana en cuerpo sano?

—Con gran esfuerzo.

—¿Una terapia para los medios independientes?

—Mantenerse independientes.

—¿Para los oficialistas?

—5.000 mg de verdad.

—¿Para los periodistas?

—Valor y persistencia.

—¿Cómo digerir las amenazas contra El Nacional?

—Un digestivo de amplio espectro.

—¿Entre una bolsa CLAP y la dignidad?

—La dignidad.

—¿Cómo endulzar ante el precio del azúcar?

—El azúcar no es necesario.

—¿La fuente de la eterna juventud?

—El balance emocional, dieta equilibrada y ejercicios.

—¿Es fundamental el sueño?

—Totalmente.

—¿Cómo dormir con precios que quitan el sueño?

—No pensar en ello.

—¿Una nostalgia de calidad de vida?

—Poder salir a hacer deportes al aire libre.

—¿Cómo vivir sin agua?

—No se puede vivir.

—¿La expectativa de vida con seis años más de socialismo del siglo XXI?

—Mínimas.

—¿El lado positivo de esta debacle?

—Hemos aprendido a ser mejores humanos, a valorar lo que teníamos y a ser verdaderamente solidarios.

—¿Qué pasaría en Venezuela si la clase política tomara un curso intensivo de meditación?

—Se arrepentirían cuando les hable Dios, y les diga lo que les espera.


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