“¿Por qué tienes que ser tan mala?”. “Qué mujer tan insegura y manipuladora”. “A veces me provoca meterme en la pantalla y ahorcarte”. Cuando Daniela Bascopé camina por las calles de Miami o se asoma a sus redes, se consigue con estos mensajes. Por un lado le sorprenden. Por el otro, le dan risa. Jennifer Sullivan es el personaje que interpreta en Al otro lado del muro, una serie de Telemundo que la convierte por primera vez en villana. “Ay, mi amor, esto es así. Acostúmbrate”, fue el consejo de su colega Gabriela Vergara, experta en representar malvadas.
“Jennifer es una mujer que descubre que su esposo ya estaba casado con otra mujer y tiene otros hijos. Además de perder la compostura, empieza a tomar decisiones muy poco inteligentes. A pesar de que hace cosas que yo nunca haría, no la juzgo”, explica. “Es uno de los retos más importantes de mi carrera por varias razones. Primero porque me tocan escenas en inglés y segundo porque tiene unos picos emocionales fuertes”. En esta historia también es madre de un niño que necesita un trasplante de médula. “Es la segunda vez que me toca interpretar algo relacionado con ese tema. Ha sido momento de mirar hacia arriba y preguntar ‘¿qué más me quieres decir? Vamos a dejarlo así, que esto ya lo superamos y quedó atrás’”, dice en alusión al cáncer que padeció hace unos años.
En 2016, Bascopé creó con una amiga una ONG llamada Mevemex (Medicinas para Venezuela desde México), con la cual ha beneficiado a más de 4.000 pacientes. Es un grupo de voluntariado que se encarga de recibir donaciones de fármacos en México para tratar de aliviar en algo la escasez de esos productos en el país. “En principio fue una idea que nació de la indignación al ver lo que está pasando con la crisis de salud en Venezuela. Fue nuestra manera de activarnos, de convertir esa emoción incómoda en algo que realmente fuera útil y positivo para los demás. Estábamos solas y no sabíamos cómo ayudar hasta que se nos ocurrió decir: ‘avísennos qué necesitan”.
Como era de esperarse, la avalancha de mensajes no ha parado desde entonces y crece a diario. Hoy son más de 20 voluntarios quienes hacen su mejor esfuerzo entre ambos países para canalizar las ayudas. “Hay médicos, hospitales y particulares que nos entregan los medicamentos y buscamos la manera de hacerlos llegar; hemos ido aprendiendo sobre la marcha y mejorando los procesos. Como el nivel de necesidad es muy grande y a veces la gente se desespera, siempre tenemos que aclarar que solo somos voluntarios y hacemos lo que humanamente podemos. Es conmovedor ver lo duro que trabaja nuestro equipo y eso es lo que me motiva a seguir”, explica. A través del sitio web www.mevemexong.com, quienes buscan medicamentos –así como los que deseen colaborar y no sepan cómo– pueden exponer sus requerimientos.
Morral de aprendizaje
Además de desarrollar un emprendimiento familiar de carteras llamado Beé by VG, la actriz relanzó también su libro Vencer y Vivir: el secreto de cómo capitalicé el sufrimiento tanto en físico como en digital en Amazon. “Aproveché para sacar adicionalmente una versión en audiolibro que es narrada por mí. Al principio pensé que iba a ser un paseo releer lo que escribí y resultó que me reencontré con una cantidad de emociones de todo tipo. Fue un proceso impactante, pero al mismo tiempo positivo”. Luego de su segundo libro, Primeros auxilios para el alma, está preparando el borrador de una tercera obra, esta vez de ficción. También, estos días estrenará una obra de teatro en inglés llamada Queen of Basel en el Colony Theatre de Miami, bajo la dirección de Michel Hausmann, con Miami New Drama. Allí da vida a Christine, una venezolana de alta sociedad que perdió su dinero por una expropiación y ahora trabaja como mesera mientras atraviesa una compleja situación amorosa.
Esto no le impide seguir inspirando a diario a quienes la siguen. Bascopé está trabajando con Álvaro Pérez Kattar y la fundación Dar en el diseño de un curso online –basado en su conferencia Enciende tu luz– con herramientas prácticas y ejercicios de superación. Ambos preparan una aplicación que podría ver luz en mayo, con el propósito múltiple de planificar la agenda, recordar el propio valor y buscar el crecimiento personal. Tanto en YouTube como en su cuenta paralela de Instagram, @bascotips_oficial, comparte esos consejos. “Algunas veces estoy pasando por un momento difícil y pienso en qué me gustaría escuchar. Busco una frase, la subo, y me doy cuenta de que muchas personas están en la misma situación, deseando que les digan lo mismo. Lo agradecen mucho. De cierto modo, es una forma de apoyarnos entre todos”, señala.
Desde su cotidianidad –al haber emigrado hace tres años y vivir entre México y Miami– le ha tocado ver cómo el venezolano busca otros lugares en el mundo y dentro de sí mismo. “Nos ha tocado adaptarnos a nuevas realidades y es natural que sintamos nostalgia, miedo o ganas de llorar. Esto le cuesta al que se va porque tiene que enfrentarse a un mundo donde la cultura es distinta y extraña a sus seres queridos. También le cuesta al que se queda en Venezuela porque de todos modos tiene que desprenderse de personas y de cosas para convivir con una realidad que no es sencilla”, reflexiona. “Aun así, yo no creo en ese ‘deber’ de ‘estar positivo’ todo el tiempo, porque esas emociones de tristeza también tienen una razón de ser y es saludable reconocerles su propósito. Si no las procesas, el cuerpo lo somatiza de otras formas. No pasa nada malo si tienes ganas de llorar y te lo permites, porque eso te ayuda a digerir cosas a las que tienes que adaptarte. Lo que hay que aprender es a no victimizarnos y tratar de fluir con las situaciones, porque todo en esta vida está diseñado para cambiar constantemente. Cuando nos aferramos, sufrimos más”.
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