En el teatro La Plaza se escuchó el pasado 29 de octubre la voz de la cantante venezolana Soledad Bravo. Invitada para el primer aniversario de Guataca Panamá, una iniciativa musical que reunió más de dos mil personas durante las 13 presentaciones de 2017.

El movimiento que surgió en Venezuela en 2006 tiene como objetivo difundir el talento de los músicos, sus proyectos e iniciativas en un mismo escenario, llegó para quedarse en el Istmo. Báez el 11 de octubre de 2016 subió el telón con una presentación.

“La música es una herramienta de transformación para entendernos mejor, un espacio donde la diferencias quedan a un lado. Para eso llegamos a Panamá, para integrarnos, para fusionar culturas”, explicó Rangel, socio de Lifeinvest, uno de los principales impulsadores de la iniciativa junto a Banesco Panamá.

Durante el primer año, se presentaron talentos de cómo: Rómulo Castro, Patricia Vlieg, Luis Julio Toro, Yovani Mayora, C4 Trío, Babito do Carmo, El Tuyero Ilustrado, Karla Lamboglia, Chispa Lawson y su orquesta, Aquiles Báez, Los Beachers, Soledad Bravo e Idania Dowman.

“La aceptación en Panamá ha sido increíble. No importa la nacionalidad del artista invitado, pues siempre hay buen ánimo y disposición a escuchar nueva y buena música”, contó Marianne Malí, productora general de Guataca Panamá.

Unión fraternal

Malí recordó una anécdota que explica la fusión que se ha dado entre artistas venezolanos y panameños gracias a este movimiento musical que se presenta en otros países del mundo como Estados Unidos y España.

“En el concierto de Yovani Mayora él iba a cantar un tamborito y teníamos varios tamboreros de Venezuela. Durante el ensayo, llegaron Patricia Vlieg y Yaelis Urriola, quienes iban a cantar y dicen ‘eso no suena a tamborito’. Tuvimos que buscar un tamborero panameño que les diera una especie de taller para que los repiques sonaran como es, al mismo tiempo que una niña llamada Yaelis enseñándole al coro las Salomas. Ese compartir fue especial”, explicó.

El público no ve esos entretelones sino que llega simplemente para disfrutar de una producción que tarda al menos tres semanas en prepararse y que depende de un grupo entregado y enamorado de la propuesta.

“La idea es que al final sea una experiencia única, particular y para eso se cuidan de buena manera, siempre con uno que otro imprevisto, todos los detalles técnicos, de iluminación, logística, entre otros. Es un proceso arduo que se hace con la mejor intención”, dijo Harold Cuellar, colaborador de Guataca Panamá.

¡Esto apenas comienza!

Gracias a la aceptación durante el primer año, los productores de Guataca Panamá tienen grandes expectativas. El trabajo está adelantado. Cuellar develó que ya tienen planificados las presentaciones hasta mediados de 2018.

Malí, por su parte, se atrevió a dar algunos detalles: “Vamos a conservar el mismo escenario, teatro La Plaza. Tendremos blues, jazz, música estilizada venezolana, tambores panameños y unos proyectos de fusión que queremos ver cómo salen. Queremos unirnos a esas fiestas que enaltecen la cultura propia de las regiones como el Corpus Cristi, la Cruz de Mayo, mostrar un poco de la mejorana, las décimas, los galerones y el merengue para de esta manera aprender de ambas culturas y unir lazos”.

Rangel agradeció el apoyo de todos los patrocinadores que han hecho posible Guataca Panamá, entre ellos Articruz.

“Estoy seguro de que sin ellos no tendríamos el éxito actual. El señor Jorge Cruz, quien en paz descanse, fue clave en todo esto. Su entusiasmo, sus ideas, fueron fundamentales”, finalizó.

Con información de nota de prensa


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