El espacio en penumbras, como Caracas de noche, es triste. Parece detenido en otro tiempo y lugar. 50 imágenes muy pequeñas de los escudos usados en las protestas de 2017, enmarcadas en cajas llenas de luz, constituyen la única certidumbre. Cada foto es la metáfora de un país arrugado que no tiene soporte sobre el cual sostenerse. Las cajas, interconectadas con largos cables blancos, representan los nexos entre un escudo y otro.

Juan Toro Diez, nacido en 1969, tiene 10 años realizando fotografías sobre la violencia. En 2017 presentó Expedientes en la Galería de Arte de la Universidad Bicentenaria de Aragua, una reflexión en torno al tema. A partir del 4 de noviembre, en la Galería D’Museo, expone la instalación Tropus, con la que logra una relación más intimista entre el público y sus imágenes.

Las fotografías fueron impresas en formato polaroid. Pero con la finalidad de despojarlas de cualquier rigidez, Toro Diez les quitó los soportes. De ese modo obtuvo un material más frágil, flexible y sin base, como el país ahora.

“Los venezolanos nos encontramos en una atmósfera en la que parece que no ocurre nada. Usualmente, cuando nos preguntan por el país, pensamos en el mapa. ¿Pero cómo nos vemos nosotros por dentro? Vivimos en un lugar que pide un soporte a gritos, algo que nos contenga a todos”, reflexiona el artista visual.

Tropus es una palabra proveniente del latín y significa el cambio de dirección de una expresión que se desvía de su contenido original para adaptarse a otro. Toro Diez explicó que define, también, el comportamiento de una comunidad atrapada en su devenir histórico. “Somos una sociedad que se escuda todo el tiempo. Es importante que busquemos otras vías para resolver nuestros problemas”, afirmó.

El artista recordó que estos temas los había abordado en imágenes de gran formato, pero llegó un momento en que sintió que ya el método no funcionaba. Necesitaba profundizar el nivel de sensibilidad. “Me di cuenta de que la magnificación ya no servía. Aquí, ahora, lo que se necesita es la introspección: un trabajo que te obligue a acercarte y que no se sienta que el objeto te cae encima”.

Desde hace cinco meses trabajó en las fotos, cajas y luces: el resultado fue la instalación. Dijo que Tropus no obedece al interés por un momento histórico específico, sino a un constante registro y experimentación. “A medida que estudio el tema de la violencia incorporo caminos para abordarla. No puedo mirarla como en 2013 o 2015, porque los referentes han cambiado y penetran el discurso”, señaló.

Sobre las diferencias de Tropus con su trabajo fotográfico previo, expresó: “Uno debe buscar posibilidades para interpretar un hecho. Es importante sensibilizar sobre los problemas. Aquí hay una segunda mirada respecto al contenido. Por ejemplo, en esta instalación me pareció importante reflejar lo que sintieron los manifestantes, lo cual está plasmado en los escudos, como en las pisadas”.

Yuri Liscano, quien se encargó de la curaduría y la museografía de la exposición, agregó que más allá de hablar de artista o fotógrafo, es importante destacar el papel de Toro Diez como autor. “En esta exposición él va mucho más allá del soporte fotográfico. Termina realizando una instalación que involucra el espacio y cada uno de los elementos utilizados. Aquí hay una obra que cambiará dependiendo del espacio donde sea montada”.

Tropus

Galería D’Museo,

Centro de Arte Los Galpones

Inauguración: domingo, 11:00 am

Entrada libre


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