En las cuatro entradas que rodean el perímetro que comparten las plazas Bolívar y El Venezolano, en el casco central de Caracas, fueron instalados grandes arcos de bienvenida a la Feria Internacional del Libro de Venezuela, que se inauguró el jueves y estará abierta hasta el 18 de noviembre.

Pero al entrar, y luego de recorrer los primeros 10 metros de calle, los que menos se ven son los libros. Es, por el contrario, un camino tomado por los vendedores y compradores de oro informales. Por el lado de la plaza El venezolano se observan, sobre todo, tiendas vacías de zapatos y de prendas.

La feria, en realidad, está en la plaza Bolívar.

El 8 de noviembre, el presidente Nicolás Maduro encabezó la inauguración del encuentro, que por primera vez se muda de Bellas Artes al centro de la ciudad. “14 años continuos promoviendo la edición, el debate de ideas, la libertad de pensamiento, de creencia, el diálogo cultural, el libre conocimiento y el libre acceso a la información y a la cultura”, expresó el mandatario en cadena nacional.

Sin embargo, al recorrer la feria, los lectores se encontrarán, mayoritariamente, con imágenes que promocionan el socialismo. Algunas de las destacadas figuras, ya típicas en años anteriores, son las del fallecido Hugo Chávez, el Che Guevara, Karl Marx y la imagen del Simón Bolívar rediseñado por el gobierno en 2012.

Además, los títulos que se promocionan son, en general, de tendencia izquierdista. En el stand central, el de Librerías del Sur, algunas de las novedades son Hugo Chávez y el destino de un pueblo, de Germán Sánchez Otero; El mundo según Trump, de los belgas Michel Collon y Grégoire Lalieu; Hacia el poder revolucionario, del difunto periodista y guerrillero Fabricio Ojeda. En el ámbito literario, Monte Ávila reeditó el clásico venezolano Los amos del valle, de Francisco Herrera Luque, que está en 400 bolívares soberanos, así como Narrativa venezolana contemporánea, de Orlando Araujo, y Piedra de mar, de Francisco Massiani. Los precios van desde los 15 hasta los 600 bolívares soberanos, dependiendo de la editorial.

Otro sello con libros principalmente socialistas es Vadell Hermanos Editores, que exhibe títulos como Hugo Chávez, mi primera vida, del periodista español Ignacio Ramonet, quien estuvo en el acto de apertura de la Filven, y La transición venezolana al socialismo de Jorge Giordani.

Luis Alberto Montenegro, gerente de feria de dicha editorial, afirmó que este año la Filven ha sido un éxito. Acerca del cambio de Bellas Artes al centro de la capital, expresó: “Es una nueva experiencia que podremos evaluar al final. A partir del 18 de noviembre veremos si la logística funcionó. El público dirá”.

En el apartado del Grupo Planeta se ofrecen publicaciones como Origen, del estadounidense Dan Brown, en 2.200 bolívares soberanos. También están disponibles Disculpen las molestias, del periodista deportivo Álex Candal, y Las letras pequeñas de la vida, del también comunicador Eduardo Rodríguez Giolitti.

El encargado de ese stand, Félix Rodríguez, señaló las desventajas del traslado al centro de Caracas: “El problema de esta zona es que no hay sitio para los carros. En cambio, en el Teatro Teresa Carreño hay estacionamiento y va más gente. Allí también hay disponibilidad de salas para los escritores”, indicó. Agregó que muchos de los compradores dejan los libros cuando conocen los precios. “Los costos sorprenden a la gente. Algunos me han dicho: ‘O leo o como”. De hecho, el primer día solo vendió dos libros y a las 11:00 am de ayer no había facturado ninguno.

Concuerda en esto Miguel Presa, encargado del stand de Presa Peyran Editores y Gabo Editores. Opinó que el Teresa Carreño era mejor por el estacionamiento y porque es un espacio techado. “Algunos estacionan su carro cerca de la plaza y ya a las 6:00 pm tienen que buscarlo. Yo porque conseguí un lugar en el que puedo dejarlo hasta las 9:00 pm”, aseguró.

Otro problema que limitó ayer y el jueves a los libreros fue el de la electricidad. Eran las 10:00 am y todavía el stand de Librerías del Sur estaba cerrado por falta de energía, pues dependía de una planta que no se había instalado. Félix Rodríguez afirmó que el día de la inauguración no tenía energía eléctrica a las 2:30 pm.

Para esta edición de la Filven se tienen previstas más de 500 actividades entre seminarios, talleres, discusiones y presentaciones de libros. La edición está dedicada a la poeta venezolana Ana Enriqueta Terán, que falleció en diciembre del año pasado, y el país invitado es Turquía, cuyo stand estará instalado en la Casa Amarilla, sede de la Cancillería venezolana.


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