A Fernando Osorio le ha costado procesar el reconocimiento que recibirá esta noche en el James L. Knight Center de Miami. Junto con KC Porter (Estados Unidos), Gloria Trevi (México), Chucho Valdés (Cuba) y Carlos Rubia Infante (Ecuador), el venezolano, conocido por el dueto que formó con Juan Carlos Pérez Soto a finales de la década de los años 80 y que hizo famosas canciones como “Aún paso por tu casa”, “No te quiero olvidar”  y “No es fácil para mí”, ingresará al Salón de la Fama de los Compositores Latinos, organización sin fines de lucro que busca honrar a compositores destacados, así como su música en todos los géneros.

Fundada en 2012 por los compositores y productores Desmond Child y Rudy Pérez, la organización también concede los Premios La Musa que esta noche honrará a Raphael como Leyenda en Vida de la Música.

Desde Miami, donde Osorio reside desde hace 22 años, cuenta que no esperaba este reconocimiento. “Es un galardón relativamente nuevo que no tenía en mi radar. Además, este tipo de premios siempre se concede a gente algo mayor; y yo, si bien soy mayor con respecto a los chicos que dominan el mercado, aún me siento lleno de vida para seguir componiendo”.

Escribir canciones es un oficio al que Osorio le ha dedicado más de la mitad de su vida. “Desde que un artista grabó mi primera canción han pasado 34 años, pero hace 40 años, cuando era un quinceañero, escribí mi primer tema”. 

Osorio, que ha escrito los temas “Ríe y llora” y “La negra tiene tumbao” para Celia Cruz, “De qué depende” para Marc Anthony”,  “Solo con un beso” y “Vamos a dejarlo” grabadas por Ricardo Montaner”, así como tantos otros que han interpretado Ricky Martin, Luis Fonsi, Alex Ubago, Alejandra Guzmán, Ana Torroja, Antonio Carmona, Rosario y Alejandro Fernández, entre otros, se considera un artista cuya faceta de compositor es la que más se conoce. “Pero también me siento un cantautor, porque desde el mismo momento en que estoy creando un tema, lo estoy cantando para imaginarme cómo se irá materializando. Pero claro, como cantante no tengo las medallas que tengo como compositor, pero sí me gusta hacer las dos cosas”. De hecho, y lo dice con satisfacción, esta noche en la gala en la que será reconocido interpretará “Ríe y llora”, acompañado al piano por Sergio George, coautor del tema.

—¿Deja de ser una canción suya desde el mismo momento en que otro la canta y la hace famosa?

—Yo siento que esa canción sigue siendo mía. Aunque las canciones son como los hijos: los traes al mundo, los ves crecer, se van. Es decir, no te haces dueño y señor de una canción porque ellas mismas van tomando su camino. Unas se hacen más conocidas que otras. Y son las que me han permitido conocer gente extraordinaria. Eso es lo hermoso de este oficio de escribir canciones. Y digamos que mis canciones son más famosas que yo. 

—¿Le es fácil desprenderse de las canciones?

—Creo que sí. Quizá al principio, cuando comenzaba a dar mis primeros pasos en esto, se me hacía muy difícil dejarlas ir. Estaba en ese proceso de asimilar para qué había nacido, que era para escribir. Luego entonces todo fue más sencillo. Y claro, hay canciones con las que me siento más identificado, que son las que compongo e interpreto yo, las que incluyo en mis discos. Son canciones que no van a sonar en la radio, que no son comerciales, pero que no dejan de tener un valor muy importante. 

Pero no es mezquino en reconocer que una de las composiciones que más satisfacciones le ha dado es “Solo con un beso”, que grabó Ricardo Montaner en 1988 para su disco Ricardo Montaner 2. Y “La negra tiene tumbao”, que interpretó Celia Cruz para el álbum homónimo publicado en 2001. “Claro, siempre tengo especial afecto por las que canto, como ‘Imperfectos perfectos”. 

—¿Cuando escribe sabe para quién está escribiendo o son canciones que no tienen destinatario?

—Hay canciones que se escriben por encargo y sabes para quién estás escribiendo, como fue el caso de Celia Cruz. Claro, no sabes si van a gustar. Luego están esas canciones que fueron escritas y se adaptan al artista que las va a interpretar. Así sucedió con el tema “Viviendo”, que canta Marc Anthony. A él le gusto mucho esa canción cuando se la mostraron y me llamó para grabarla en versión salsa. Christian Castro interpretó el tema “Sé mi aire”, que yo le había escrito a Venezuela, al Ávila, luego de volver a mi país después de mucho tiempo estando fuera. Y hace poco Alejandro Fernández grabó “No pude” para su nuevo disco, un tema que compuse hace 20 años. Y eso no me pasa con frecuencia, generalmente no tengo canciones guardadas. Pero a esta le llegó su momento ahora.

—¿Cuál es el proceso más sencillo para componer?

—Relajado en casa, pero debo confesar que componer con otro es un proceso que da muchas satisfacciones y eso lo aprendí aquí en Estados Unidos. Te asomas a la energía de otra persona, a su manera de ver el mundo, de escribir. Es muy bonito crear una canción de la nada con otro. Y cuando mejor funciona es cuando no hay egos de por medio porque no existen cortocircuitos.

—¿Y cómo lidia con su ego?

—En este oficio te dejas seducir muchas veces por el ego. Y por lo general identifico cuando me pasa, pero ya es tarde. Y entonces es cuando piensas lo bobo que eres, porque sabes que pudiste actuar de otra manera. Pero nos pasa a todos los seres humanos. Y hay que lidiar con eso. 

—¿Cuáles han sido sus referencias latinas en la composición?

—Tengo varios. De Venezuela, sin dudas, Juan Carlos Pérez Soto y mi hermano Eduardo Osorio. Respeto y admiro a Yordano, Ilan, Franco De Vita y Frank Quintero. Han sido mi inspiración. Y de los internacionales me gusta mucho el trabajo que hacen Jorge Drexler y Alejandro Sanz.

—¿Cuál es la canción más bella que ha escuchado y que le gustaría haber escrito?

—“Imagine” de John Lennon.

—Como compositor, ¿qué opina del reguetón? 

—No estoy de acuerdo con el uso de la palabra de manera despectiva hacia la mujer o hacia cualquier persona. El respeto debe prevalecer en el lenguaje. Es muy rico llevar un mensaje en las letras; el contenido puede ser fuerte, pero no debe denigrar a nadie. 

—¿Y le gusta reguetón?

—Es un género como lo es la salsa, el pop, el rock. Creo que se le ha dado más importancia de lo que realmente merece, quizá por lo novedoso o lo atrevido. Pero sinceramente me resulta aburrido porque repite siempre lo mismo. No tiene la riqueza melódica de otros géneros. Sí me gustan algunas canciones. Me gusta el trabajo de JBalvin, el de René, de Calle 13, que sabe usar el lenguaje. Dice cosas fuertes de manera elegante.


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