El actor mexicano Diego Luna olvidó por unos días sus papeles al lado de Tom Hanks, Kevin Costner o Penélope Cruz para asumir un rol más humano, el de actor humilde en la ayuda a las víctimas del terremoto de México.

«Esto es México, la gran mayoría es un país solidario. Esto es lo que pasa cuando la gente necesita ayuda», dijo el artista al referirse a las millones de personas volcadas en las calles para ayudar a los damnificados del sismo de magnitud 7,1 en la escala abierta de Richter ocurrido el martes.

El también director de cine ha utilizado su nombre para estimular la captación de medicamentos, víveres y todo tipo de aportaciones a las víctimas, que reúne en un centro de acopio en la colonia Granada, un céntrico sitio de la capital, alejado de las zonas de desastre que ha provocado más de 250 muertos y cien desaparecidos.

«Estoy ocupado en facilitar la comunicación porque tengo las vías y los seguidores para pedir las cosas necesarias y también recibo donaciones grandes. Ayer, gracias a un enlace, conseguimos 8.000 cajas, y hoy 100 tanques de oxígeno», comentó.

Luna, de 37 años, es una de las principales figuras del cine latinoamericano, pero en estos días se confunde entre quienes cargan cajas y organizan el envío de camiones a sitios de la capital y de los estados de Oaxcaa, Morelos y Puebla.

«No contabilizamos las ayudas porque no tenemos el vicio del gobierno de presumir para volver a recibir votos», dijo.

Luna fue sorprendido por el terremoto del martes en una calle de la Colonia del Valle, cerca de donde cayó un edificio cuyo estruendo escuchó nítidamente.

«Lo recuerdo mas duro que el de 1985 y solo traté de guardar la calma. Creí que se me había hecho la piel dura, pero me entró un pánico tremendo», agregó el actor, que destacó la importancia de organizar las ayudas de manera constante porque México tardará mucho tiempo en recuperarse.

«Esos mexicanos necesitados deben saber que aquí estamos y no es una cosa de hoy en un día libre, vamos a estar la semana próxima y la que entra y la que entra. No están solos», concluyó.


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