La comodidad de tocar un instrumento musical sentado y no de pie, como lo harían los violinistas, condujo a un introvertido y sedentario Daniel Huen, de apenas cinco años de edad, a decantarse por el violonchelo durante sus estudios musicales en el colegio Emil Friedman, en Caracas. Lo que recuerda como una decisión inocente lo llevaría a enamorarse de la música y, en definitiva, de un instrumento que lo acompañó hasta llegada la adolescencia, etapa en la que comenzó a familiarizarse con los géneros más populares a través de las congas y los timbales. A su vida también llegaría una guitarra obsequiada por sus padres, acompañada de un libro de primeros acordes que aún conserva cual reliquia.

El itinerario de aquel entonces estaba repleto de actividades que compaginaban la música con la natación, deporte que le permitió representar la bandera de Venezuela junto a su hermano y su padre, que ha dedicado gran parte de su vida a esa disciplina.

“Era un adolescente con una agenda de adulto, de 7:00 am a 7:00 pm. Entre el cansancio de mis días después de tantas actividades, me sentaba antes de dormir a intentar crear canciones y pasaba la noche en vela. Muchas veces, aún lo hago, dormí junto a mi guitarra. Creo que fue en uno de esos  momentos cuando, cerrando los ojos, soñando e imaginándome en una tarima, me dije: ‘Esto es lo mío”.

La medalla de bronce obtenida en las “agridulces” competencias de natación centroamericana y del Caribe en 2003 está colgada en casa de su madre, cerca a un título de Comunicador Social que decidió lograr tras el ultimátum de sus padres, quienes le pidieron un plan B ante su determinación musical apenas a los 17 años de edad. Sin embargo, el apoyo fue incondicional: “Tuve la oportunidad de hacer una carrera en la natación al salir del colegio, estudiar en el extranjero y dedicarme al deporte como lo hizo mi hermano, pero en cambio quería empezar a cantar. Desde chamo trabajaba en la música, me presentaba en bailables, fiestas de 15 años, bodas, a las que mi papá me llevaba los fines de semana”, recuerda.

En 2010 decidió formalizar su incursión musical con la presentación del disco Inevitable, un tiempo que recuerda como difícil y hasta frustrante debido a que el reconocimiento a su trabajo tardaba en llegar. La propuesta cargada de pop rock y de sus principales influencias, como John Mayer, The Beatles y Maroon 5, entre otros, reconoce resultó un tanto šangloš para el mercado de Venezuela, donde “siempre hace falta algo que te mueva la cadera”, asevera el joven talento. Con nuevo equipo y energías se empeñó en mezclar sus gustos con ritmos tropicales, resultando el éxito “Baila”, tema que alcanzó la principal posición en rankings musicales, incluyendo el video más pedido en Latinoamérica en el canal HTV en competencia en cartelera con Ricky Martin y Prince Royce, entre otros artistas.

“Esos años de bregar, de tratar de entenderme, fueron claves porque me ayudaron a quitarme un poco esa soberbia que lleva a un artista a pensar que lo que hace es perfecto, para tener la posibilidad de analizarme constantemente, realizar esa introspección y decidir qué puedo mejorar, cuáles son mis fortalezas y qué puedo cambiar; eso me ha permitido evolucionar y lograr cosas cada vez más grandes, que tenga  más ambición, escuchar una canción y decir qué me gusta y qué no, poder crear cosas distintas”, afirma.

Futuro sísmico

En un mercado tan competitivo como el musical, Huen nunca ha buscado parecerse a otros, y lejos de crear un alter ego o personificación el joven talento asevera querer mostrarse lo más real, franco y natural posible. “Nunca he tratado de mostrarme distinto a lo que soy. No hago canciones que no me satisfagan como compositor, eso es esencial en mi carrera. Además, el escribirlas hace que, indistintamente del género o el arreglo, sigan sonando con mi esencia. He creado más de 500 canciones que llevan mi individualidad, mi personalidad, mi estética, y es algo que siempre me va a quedar”.

Mientras disfruta las mieles del éxito de “Si me sigues mirando así”, que ya suma casi 1,5 millones de visitas en Youtube, no para de trabajar tanto en la asesoría y clases musicales a quienes se inician como en la ayuda a artistas consagrados. Además integra un importante grupo de reconocidos cantautores, como Juan Miguel, José Alfonzo Quiñones, Luis Fernando Borjas de Guaco, entre otros, que trabajan inclusive desde el exterior en la creación de canciones con miras a convertirlas en éxitos.

A corto plazo, Huen se prepara para presentar “Terremoto”, tema bailable muy distinto a  “Hermoso desastre”, una balada romántica y personal que trabajó junto con el productor de su primer disco y que musicalizó uno de los momentos más importantes para el cantautor, el compromiso hace menos de un mes con la odontóloga Andrea Iglesias.

“El artista nunca se puede quedar esperando en su casa sentado a que salga un show o a que pase algo interesante. Aprender eso me ha permitido continuar tantos años en esta carrera, que ciertamente puede resultar frustrante pero que en definitiva es una ruleta rusa. Yo era el que llegaba de último en la piscina y después llegué de primero, mi canción no se escuchaba en ningún lado y luego de las millones de visitas en Internet comenzó a sonar en la radio; nada ha caído del cielo ni fácilmente, todo ha sido un proceso de bregar, de verme en el espejo y a veces hasta de llorar, pero después, de alegría al ver los logros. Definitivamente, constancia es la palabra que me representa”.


En clave de fa

¿Un método para desestresarse? Salgo a trotar kilómetros y kilómetros, y más en momentos como los que vivimos en el país.

¿Su mayor temor? El fracaso, me llega a quitar el sueño.

¿Un defecto confesable? Lo he dicho hasta en mis canciones, soy muy terco.

¿Qué suele coleccionar? Gorras, son mi debilidad.

¿Su palabra favorita? Constancia

¿El mejor consejo que haya recibido? Uno no se puede desesperar porque una canción guste más que otra. Este negocio es una ruleta rusa constante.

En Instagram: @danielhuen.



El periodismo independiente necesita del apoyo de sus lectores para continuar y garantizar que las noticias incómodas que no quieren que leas, sigan estando a tu alcance. ¡Hoy, con tu apoyo, seguiremos trabajando arduamente por un periodismo libre de censuras!