Han pasado casi tres décadas desde que Carlos Vives hizo que el mundo volteara a ver a Colombia y a su vallenato, hoy ese mundo ha cambiado y ante la euforia por los ritmos urbanos, el cantante se niega a dejar la música que lo dio a conocer a cambio del éxito que podrían darle los “ritmos de moda”.

Vives es un fiel defensor de su vallenato, pues, afirma, es parte de su historia, de lo que él es y de lo que quiere dejar como legado, y prefiere eso en lugar de la fama o el dinero que podrían dejarle otros géneros como el reggaetón, con el que dice, nada tiene en contra.

“El vallenato es el ritmo de nuestros antepasados, es con lo que crecí de niño y con lo que me moriré, dejarlo sería como olvidarme de quien soy. He aprendido a hacer nueva música sin dejar de hacer mi música, es decir, renovar lo que hago, pero que al final se escuche a lo que yo hago”, explica en entrevista telefónica con El Universal.

El músico de 56 años sostiene que en parte la razón por la que hoy todos quieren grabar reggaetón no se debe a que la mayoría de los artistas así lo quieran, es ocasionado por las disqueras y las radiodifusoras que en muchas ocasiones desean grabar o programar en sus estaciones sólo la “música que funciona”.

“Ayudaría que la radio hoy no fuese tan mercantilista, porque al final algo funciona y todos quieren correr hacia lo que funciona, cuando hay un universo musical tan rico. Parece que no hay espacio más que para la música urbana. Sé que es más difícil colocar canciones si no son reggaetoneros, entonces ¿cuándo el público podrá descubrir nuevos ritmos?”

El colombiano está orgulloso de que actualmente son paisanos los artistas que dominan las listas de popularidad en Latinoamérica, algo que, dice, es consecuencia de la extensa y nutrida variedad musical con la que cuenta su país.

Si bien insiste en que no está en contra del reggaetón, el intérprete de temas como La bicicleta y Bailar contigo ve con tristeza que la euforía por este ritmo deje de lado a otros géneros latinoamericanos de tradición, algo que cada vez los pone más en peligro de caer en una crisis o en extinción.

“En la industria ya no existe mucha motivación por hacer aquellos géneros con los que crecimos todos los latinoamericanos. No hay una motivación por hacer salsa, merengue o incluso ranchera, porque si lo quieres hacer te dicen (las disqueras) que no va a funcionar y que nos tenemos que adaptar y es entonces cuando muchos colegas míos, por miedo, terminan dándole un giro a su carrera. Me parece injusto que tanta música que se hace tenga tan poco espacio”.

Ante este panorama, Carlos Vives comenta que ha optado por fusionar su ritmo y adaptarse a los nuevos tiempos, sin dejar de sonar a lo que es su música.

Esa disposición le ha llevado a colaborar con artistas como Shakira, Sebastián Yatra o Wisin en temas más urbanos en los que el cantante se sale con la suya, impregnándole a cada uno de ellos su característica bachata.

“Me ha costado trabajo, pero he logrado entender que puedo hacer otra música sin dejar de hacer mi música. Todos los amigos que me han llamado para que colabore con ellos lo han hecho porque quieren que en sus canciones suene a ese ritmo que yo llevo haciendo desde hace años, la cumbia, el vallenato, ese ritmo que sigue ahí y el éxito de esas colaboraciones demuestran que a la gente le sigue gustando”, expresa el cantante, quien estrena mañana el videoclip “Nuestro secreto”, de su álbum Vives.

Carlos Vives, ganador de los premios Grammy, regresará a México en abril para dar una serie de conciertos que culminarán el 22 de ese mes en el Auditorio Nacional, show del que, adelanta, invitará a sus pupilos del reality show La voz México, pues asegura que tiene una responsabilidad con ellos.

“Desde que estábamos en el reality yo les prometí que los ayudaria y me encantaría que estuvieran conmigo ese día, pues además de apreciarlos, los quiero mucho y, sobretodo, son muy talentosos; creo que debemos seguir apoyándolos y eso hago”.


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