Un recorrido de más de 90 kilómetros desde el Puente Internacional Simón Bolívar, en la frontera de Venezuela con Colombia, hasta Bogotá caminando con maletas y bolsos repletos de alimentos, medicinas y otros insumos necesarios para enfrentar las dificultades que representa trasladar todos los sueños y esperanzas en un equipaje ligero.

El comediante venezolano José Rafael Guzmán decidió emprender un viaje junto a un grupo de migrantes hacia la capital de Colombia y documentarlo bajo el nombre de “Caminantes”, el cual formaría parte de la tercera temporada de su web show Comida, calle y comedia.

Caminar en carreteras desoladas, pasar la noche en refugios y pedir “colas” a camiones que pasan por las vías, son algunas de las cosas que se podrán ver en el documental de seis capítulos que estrena un nuevo episodio  todos los miércoles.

La idea del recorrido surgió como una propuesta de Alain Gómez, vocalista de la banda Famasloop, a José Rafael Guzmán, quien dudó a primera instancia de la idea, pero luego cambió de opinión y decidió aventurarse en esta travesía.

“Al principio la idea me pareció una locura porque no estoy preparado físicamente para esto, pero luego pensé que nadie está preparado. Es algo que hacen niños, señoras, ancianos, jóvenes, todo tipo de personas”, dijo Guzmán en una entrevista para El Nacional.

El comediante antes de aceptar la propuesta consultó la decisión con César Kensen, editor de Comida, calle y comedia; con Silvia Baquero, productora del web show y quien lo acompañó durante el trayecto, y con Ximena Otero, productora ejecutiva del documental y esposa de Luis Chataing, quienes consideraron que era una excelente idea.

“Cuando vi que a todos les parecía bien, dije ‘esto definitivamente es una buena idea y lo voy a hacer’. Así fue cómo surgió la idea, quisiera que a lo mejor fuera un poco más idealista”, indicó.

Una iniciativa sin precedentes

La idea de esta temporada de Comida, calle y comedia es similar lo que hizo José Rafael Guzmán con “Cinco días en la calle”, en los que estuvo una semana durmiendo en las avenidas de Ciudad de México. Con la primera entrega del web show también puso a prueba su resistencia física y mental.

El comediante destacó que es la única persona que ha realizado este recorrido por voluntad propia y además la documentó, a diferencia de las personas que solo visitan el puente toman fotos y luego se regresan al hotel.

“Lo que digo es desde el respeto y la humildad, pero creo que soy una persona que ha hecho esto desde adentro y caminando porque no es que soy un gringo que vino a cocinar un día y luego se va. O lo que hacen los periodistas o reporteros que van en un carro y hacen llorar a las personas y después se van a un hotel. Lo que yo hice, se hizo por primera vez y lo hice yo”, explicó con orgullo.

Guzmán narró que en el episodio número cinco de “caminantes” vivió una de las experiencias más fuertes del viaje debido a que antes de llegar a Bogotá tomaron una cola al estilo del “contrabando” porque tenían que ir escondidos en el compartimiento de un camión.

“Tuvimos que viajar como lo hacen con las trata de blancas, nos metimos seis personas en un hueco de un autobús. El espacio era del tamaño de un ataúd, durante diez horas, cinco horas primero, 15 minutos de descanso y cinco horas más. Estuvimos con las rodillas flexionadas, sin ventilación, luz y agua”, detalló.

El “grupo nuclear”

Durante el recorrido José Rafael Guzmán y Silvia Baquero conocieron a un grupo de migrantes en el primer refugio en el que pasaron la noche y junto a estas personas realizaron la ruta hasta Bogotá. El grupo estaba conformado por un electricista apodado “Papelón”, Geraldine y una mujer conocida como “la virgencita de los caminantes”.

Guzmán compartió alimentos y medicinas con su grupo durante el trayecto, e incluso obsequió un par de calcetines a “Papelón” para que cubriera sus pies del frío porque no llevó para el viaje.

Destacó que en situaciones difíciles como las que vivieron, durante la experiencia, se consolida la unión y el compañerismo para enfrentar las adversidades. El comediante indicó que continúa en contacto con el grupo de caminantes y que son amigos.

“Cuando hay un grupo que va por un fin y hay un esfuerzo físico se olvida cualquier tipo de prejuicio social. Fuimos seis personas por siete días que hicimos una travesía y que logramos muchas cosas juntos y eso nos va a unir para siempre”, aseguró a El Nacional.

El comediante abrió una cuenta de GoFundMe, en la cual hasta el momento tienen recaudados más de 4.000 dólares. Parte de los fondos están destinados para ayudar a cuatro de los migrantes que aún no tienen empleo, el resto del dinero será para costear gastos de producción.

Los medios de comunicación han denunciado casos de xenofobia hacia los migrantes venezolanos en Colombia, Perú y Ecuador. Al consultarle al comediante si experimentó algún tipo de rechazo por parte de los colombianos durante su recorrido, lo negó.  Sin embargo, algunos venezolanos son rechazados por su comportamiento.

“No siento que haya xenofobia porque el mismo colombiano es el que ayuda, da colas, dona comida y dinero”, aseguró.

Preparativos y precauciones para el viaje

Señaló que empezó a planear la ruta que seguiría antes de iniciar el trabajo. Eduardo Espinel, coordinador de la ONG Venezolanos en Cúcuta, lo ayudó a definir el camino que tomaría.

“Las cosas que había oído antes de empezar el viaje eran totalmente desacertadas. De hecho, si hubiese seguido los consejos de Luis Chataing no me hubiese llevado mis suéteres y me habría dado hipotermia y ese es el tipo de cosas que tienen que saber los caminantes”, puntualizó.

Guzmán compró varios insumos para el viaje y trató hacerlo como lo haría un caminante. “Yo solo no tenía que llegar, pues yo tenía que grabar y por lo tanto llevar equipo para eso”, dijo.

También detalló que llevó un carry-on con medicinas y alimento para “echarle una mano al que se pusiera enfrente”. Comentó que los insumos fueron destinados al grupo con el que llegó a Bogotá.

“Tienen que estar preparados para el frío y tienen que tener recipientes en donde llevar agua. La comida se resuelve en el camino”.


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