Once Upon a Time in Hollywood, de Quentin Tarantino, era la película más esperada de Cannes. Si a eso se añade que Brad Pitt y Leonardo DiCaprio, sus protagonistas, se pasearon ayer por la alfombra roja y hoy por el Palacio de Festivales, la revolución está servida.

Desde casi una hora antes se agolpaban los periodistas a las puertas de la sala en la que se iba a celebrar la rueda de prensa de presentación del filme, una expectativa que no había levantado hasta la fecha ninguna estrella o filme de los que han pasado por esta 72 edición. Tras posar ante los fotógrafos, el equipo llegó tarde, lo que redujo el tiempo de la comparecencia, para desesperación de los comunicadores que esperaban. Y los actores no estuvieron demasiado habladores, pero con su sola presencia ya habían conquistado a todos los asistentes que, por primera vez este año, llenaban la sala de prensa.

DiCaprio, más formal, con traje azul oscuro, camisa blanca y peinado impecable. Pitt de sport, con pantalón oscuro, polo marrón que dejaba ver una camiseta blanca, y una gorra azul. Junto a ellos, Margot Robbie, con un primaveral vestido blanco. Y empezó la rueda de prensa, con una sorpresiva declaración de Tarantino al responder a la primera pregunta. «Puedo decir honestamente que lo que pienso ahora es diferente a hace 2 o 10 años porque me casé hace 6 meses. Mi mujer está aquí sentada. No había hecho nunca antes y ahora sé por qué, estaba esperando a la chica perfecta», dijo mientras su mujer, Daniella Pick, le miraba desde primera fila.

Pero más allá de eso y de la propia película, la atención estaba puesta en los actores, que trabajaban juntos por primera vez. «Fue increíble trabajar juntos, se puede decir que somos de la misma generación porque empezamos a trabajar en la misma época», dijo DiCaprio, pese a que él tiene 44 años y Pitt 55. «Brad es un actor extraordinario y un profesional. Ha sido muy fácil trabajar con él», agregó Di Caprio. Mientras que Pitt destacó lo divertido que fue el rodaje junto a DiCaprio. «Fue lo mejor de lo mejor. Tenemos las mismas referencias, llegamos en el mismo momento al cine, tenemos experiencias similares, fue muy divertido».

Los actores interpretan en el filme a dos amigos que se enfrentan al fin de una época sin saber muy bien qué hacer de sus vidas. Y que ofrecen los momentos más divertidos de la historia. Se mostraron amistosos y relajados en la rueda de prensa. Más serio Pitt hablando del horror que supuso el asesinato de Sharon Tate -alrededor del cual se desarrolla la película- y más ligero DiCaprio, que resaltaba el homenaje de Tarantino al cine. Y la cantidad de referencias incluidas sobre el cine, pero también sobre la televisión o la música porque al fin y al cabo, bromeó el actor, el cerebro de Tarantino es como «entrar en una base de datos de un ordenador».

Toda la atención estaba en ellos, aunque el realizador no dejaba escapar ninguna oportunidad para intervenir, siempre con sentido del humor. Como cuando recordó que tuvo que eliminar una escena del montaje final, cuando a Steve McQueen le ofrecen protagonizar The Great Scape y duda si aceptarlo o no. E incluso rodó unas imágenes de Rick Dalton (el personaje de DiCaprio) como protagonista de ese filme. «Era como ver Casablanca protagonizada por George Clooney», dijo divertido. Pero al acabar la rueda de prensa, los gritos que se oían eran «Brad» y «Leo» para llamar la atención de los actores, porque los periodistas también se convierten en fans en los festivales y piden autógrafos. Los dos se pararon unos minutos, pero todo iba con retraso hoy en Cannes y pese a los gritos, las estrellas salieron rápidamente del Palacio de Festivales.  


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