El cerebro recuerda imágenes, no palabras. Desde la llegada de la revolución bolivariana en 1998 las calles se empapelaron con nuevos signos y colores asociados a Hugo Chávez, líder que prometió un cambio que nunca llegó. El empaque visual con que fue presentado el chavismo se apropió de personajes, como Simón Bolívar, y de colores, como el rojo, para identificar un proyecto político cuya génesis había sido un golpe de Estado.

A partir de esas mismas imágenes, el artista visual Francisco Bassim realiza collages que expresan su crítica a los funcionarios –independientemente del partido al que pertenezcan– y su posición frente a la realidad en la que vive. Desde que regresó al país, en 2007, se dio cuenta de que tenía que utilizar los recursos visuales secuestrados por el régimen para llamar la atención ante la normalización de la crisis venezolana.

En su estudio cuenta con un computador que contiene un gran banco de imágenes: desde personajes políticos, como Nicolás Maduro, Delcy Rodríguez y Diosdado Cabello, hasta personas comiendo de la basura. Las carpetas se han alimentado de fotografías propias y de medios de comunicación que utiliza para componer, digitalmente, lo que hacía de forma tradicional desde 2003: cortar, pegar y armar. Solo que ahora lo hace en Power Point.

Momentos de distracción. Collage digital. Abril 2019. La Alcaldía de Caracas decoró el pasaje Linares del centro de Caracas con una instalación de paraguas de colores, conocida como Umbrella Sky Project. Su montaje generó polémicas en medio de la crisis humanitaria, económica y social que vive Venezuela

Al escritorio llega con una idea y comienza a diseñar. “Trato la realidad, a la cual la gente se acostumbró y ya no la mira. Tomo esa misma realidad, que es terrible, y le cambio los protagonistas. Les pongo a Bolívar, a Cristo, a la Virgen y ahí se detienen y observan realmente. Piensan ‘a lo que hemos llegado’. Afecta”, explicó Bassim.

No publica todo lo que realiza. Algunas imágenes las guarda. “Los problemas de Venezuela son siempre los mismos. Cuando comenzaron las protestas este año, coloqué imágenes de las protestas de 2017, porque la represión es la misma. La situación se repite”. También contribuye con la memoria colectiva. “Ellos están evitando que la gente recuerde. Quieren que los hechos se olviden. Un horror tras otro, más grande que el anterior. No recordamos a los muertos de 2017, ni siquiera a los de enero”, dijo.

La herida de María. Collage digital. Julio 2019. El galpón de la fábrica de galletas Puig, localizada en el estado Aragua, sufrió un incendio el 8 de julio, provocado por la banda «El Tren de Aragua» como venganza por la negativa de los dueños a pagar vacuna. 

Para el artista plástico trabajar en digital es dirigirse a la masa. A las exposiciones en galerías, considera, cada vez van menos personas. Las redes sociales – @visual_artist_francisco_bassim en Instagram y una página en Facebook– le permiten complementar la obra con los comentarios que recibe. Le parece interesante el contenido que le agregan las personas al difundirlas. A veces comparten la misma opinión que Bassim, otras disienten o llegan a nuevas conclusiones.

Asegura que ha recibido amenazas por sus collages. “Yo continúo. No me voy a ir. Es mi deber quedarme, porque es mi país y quiero trabajar desde acá, que se vayan otros. Creo que hago un aporte, soy crítico. No me importa si gusto o no. La crítica no es un ataque, es un derecho que se ejerce como ciudadano”.

El collage es una de las varias disciplinas que trabaja Bassim, de 54 años de edad. Comenzó con la pintura. Se formó en la Escuela Cristóbal Rojas y en la Escuela de Artes Plásticas Armando Reverón. Expuso en la 54ª Bienal de Arte de Venecia en 2011 con Gran Interior, una obra colorida de personajes reales y fantásticos de los últimos años. Participó junto con Clemencia Labin y Yoshi. Esta misma obra se exhibió en la Galería de Arte Nacional en 2014. En aquel entonces el director de la institución fue despedido por presentar el trabajo de un artista opositor.

Presente y futuro con la narco revolución genocida y chavista. Collage digital. Julio 2019. Rufo Chacón, de 16 años, perdió la vista el 2 de julio después de ser herido por funcionarios de Politáchira con múltiples disparos de perdigones a quemarropa durante una protesta por falta de gas en su comunidad.

Bassim no se considera un caricaturista que debe trabajar al ritmo del acontecer nacional. Es un artista visual. Le gusta analizar y luego fijar su punto de vista. Simplemente opina. No espera aprobación. Aparte de la pintura y el collage, hace bordados y se inicia en los dibujos y las instalaciones. Confiesa que no hay unidad en estos trabajos: es un artista diferente frente a cada expresión. Afirma que siempre está en una constante búsqueda de herramientas que le permitan comunicar, de distintas maneras, lo que piensa de la sociedad e, incluso, de sí mismo.


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