—En abril pasado usted le pidió a Maduro: “¡No siga jodiendo más a este país!”. ¿Y ahora con la constituyente?

—Lo sigue jodiendo y mucho.

—Comedia, tragedia, sátira, pasión, ficción, drama, reflexión, resignación.  ¿Qué se está rodando en el país? 

—Se rueda cuesta abajo.

—¿Es Venezuela un país de película? 

—De terror.

—Dada la falta de entendimiento, ¿narraría a Venezuela en cine mudo?

—En cine sordo, en todo caso.

—¿Un género para la ANC? 

—Mediocre.

—¿Para la MUD?

—Esperanza.

—¿Otro para las elecciones de gobernadores?

—Otra batalla.

—¿Qué saldría de una producción entre los dos bandos políticos? 

—Democracia. 

—¿Cambiará el teatro con la situación política?

—Si el teatro no cambia, muere.

 —¿Es otro teatro el discurso de los dirigentes del chavismo?

—El teatro busca la belleza. Ellos la detestan.

—¿Y el de la MUD?

—Pasan por muchos discursos. Esa es una de sus debilidades.

—Tal como lo hizo Nacho, ¿hablaría en el Parlamento?

—El problema no es dónde se habla, sino qué se dice.

—Como autor, ¿qué personaje le gustaría encontrar?

—Un presidente decente.

—Y como actor, ¿a cuál interpretaría?

—En este momento, Andy Laad en Cartas de Amor.

—¿Se parece La revolución de Isaac Chocrón a la bolivariana? 

—¡Nooo!.. Aquella es una revelación, esta es una mamarrachada.

—¿El enemigo mediático?  

—La mentira.

—¿Se autocensura?

—Intento no hacerlo. La autocensura privada lleva al silencio.

—¿Censura a los canales que se autocensuran o se dejan someter por la dictadura?

—Sí. La autocensura pública irremediablemente lleva a la mentira.

—¿Fue feliz la TV venezolana y no lo sabía?

—Incluso ayudó a autodestruirse apoyando a Chávez.

—¿De qué lado político se hubiera inclinado Bertolt Brecht en Venezuela? 

—Estuvo en contra de Hitler. Vivió el exilio en Estados Unidos, rechazaba las dictaduras. ¿Dónde estaría?

—¿La Madre Coraje de la oposición democrática? 

—Muchas de las madres humildes que luchan solas para sacar a sus hijos adelante.

—¿Y de la tiranía? 

—No hay. Malas madres es lo que hay.

—¿Qué gana un artista metido en la política? 

—No debe ganar nada. 

—¿Qué tiene usted de político?

—El deseo y el compromiso por un mundo mejor.

—¿De músico?

—Las ganas de oír música. 

—¿De poeta?

—Unos cuantos libros en mi biblioteca. 

—¿Y de loco?

—Seguir obstinadamente apostando por mi país. 

—¿Un sector de utilería?

—Todo aquel que no sea útil. 

—¿Una utilidad del Ministerio de la Cultura? 

—Habernos demostrado para qué no sirve un Ministerio de Cultura. 

—¿Alguien ávido de apuntador?

—Depende del apuntador.

—¿A qué le saben las críticas? 

—Depende de quién vengan.

—¿Un Oscar para un (a) dirigente? 

—En su mayoría suelen ser muy malos actores.

—¿El político más actor? 

—Si entendemos que el actor miente en escena, la competencia es brutal.

—¿Y viceversa?

—Ninguno. Los actores actuales metidos en política son una cagada.

—¿Un sueño teatral?

—Hacer la obra perfecta y tener un teatro. 

—¿Sueña con la alfombra roja? 

—Ni roja ni de ningún color. 

—Ya que lo interpretó tan magistralmente, ¿ha soñado con Edmundo Chirinos?

—Despierto. 

—¿Se contagió de algún personaje? 

—Espero que no. 

—¿Baila?

—En mi imaginación.

—¿Y cuando caracterizó a Billo Frometa en El Malquerido?

—La pasé muy bien. 

—¿El malquerido nacional?

—(Carcajadas). 

—¿Una obra que cambió su vida? 

Ardiente Paciencia. Tenía 21 años y me dio la fe que necesitaba para continuar. Llevo 34.

—¿La pantalla del venezolano? 

—Debe construirla.

—¿Buscará su silla en La Villa del Cine? 

—No vale la pena vivir para buscar sillas. Hay que caminar.

—¿Por qué célebres figuras del arte terminan en la indigencia? 

—Por ausencia de políticas de seguridad social del artista. 

—Luego de vencer una fuerte enfermedad, ¿un agradecimiento?

—A todos los que me dieron aliento. 

—Gracias  a la vida…

—Que vale la pena vivirla.

—¿Visualiza para el país un final de novela? 

—Lo deseo. Felices y reconciliados. 

—¿Qué pasaría en Venezuela si el elenco oficialista se adaptase de una vez por todas al libreto democrático? 

—Sería el fin de esta dictadura y aprendería que la política se hace para beneficio colectivo y no de ellos mismos.


El periodismo independiente necesita del apoyo de sus lectores para continuar y garantizar que las noticias incómodas que no quieren que leas, sigan estando a tu alcance. ¡Hoy, con tu apoyo, seguiremos trabajando arduamente por un periodismo libre de censuras!