Patrones de división es una exposición tridimensional en la que cada pieza ofrece formas diversas desde los distintos ángulos y toques de la luz. Las formas abstractas y las sombras proyectadas transforman el espacio y permiten crear sorprendentes membranas de diseño experimental ideadas por el arquitecto de 31 años de edad Alessandro Del Vecchio, quien abre al público su primera muestra individual en la galería G7 del Centro de Arte Los Galpones hasta finales de octubre.

El punto de encuentro de las ocho piezas que integran la muestra es el diseño paramétrico a través del uso de un patrón de división específico, el Voronói. El artista utiliza una serie de programas digitales a los que añade nuevas funciones para lograr la superposición de bocetos y forjar las esculturas.

“Uno altera valores y genera formas que se pueden ir cambiando a partir de patrones o algoritmos. Así se capta la afectación de las piezas en tiempo real”, subraya al hablar sobre la técnica de la parametrización que le permite, por ejemplo, que la fachada de un edificio se cierre o se abra más, automáticamente, a partir de la incidencia solar.

La luz es una herramienta que Del Vecchio utiliza para componer desde que comienza a diseñar las piezas. En Patrones de división se aprecian esculturas forjadas en hierro negro de más de un metro de largo, o pequeñas formas elaboradas con acrílico que no pasan de tres centímetros. “La idea es jugar con las sombras que se proyecten a partir de las piezas originales. Luego, también está el acabado final de cada obra. El plástico es más brillante y moldeable, el hierro por el contrario da una sensación de estaticidad”, agrega el artista.

La exposición entera es una simbiosis de diseño y arquitectura. De acuerdo con Del Vecchio, las obras “muestran los efectos de los patrones de división sobre los prismas, los cuales generan diversas formas y efectos artístico-arquitectónicos. A estos diseños iniciales se les puede agregar más o menos volumen a través de operaciones matemáticas básicas, como sustracción, suma, división y multiplicación, lo que genera distintos tipos de espacialidad, tanto dentro de la pieza como en la sombra que emite”.

Cada obra puede tardar hasta un mes en completarse. “Yo me la paso haciendo sketchs, siempre estoy rayando. Primero diseño, luego lo llevo a la computadora, y uso programas de diseño uno sobre otro. Cuando ya tengo una plantilla, genero los planos de corte con láser o con plasma, dependiendo del material que esté usando, y después comienza el trabajo de armar”, explica Del Vecchio.

Resalta la utilización del color en piezas como “Tamiz orgánico” o “Explosión”, en las que el negro y el rojo potencian las formas. Además, también se pueden hallar esculturas cuyo acabado en hierro se mantiene intacto. En Patrones de división, la arquitectura, el diseño y las artes plásticas se conjugan para brindar una revisión muy personal del espacio.


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