Desde ayer más de 20 universidades autónomas del país comenzaron la llamada hora cero o radicalización del conflicto universitario. La decisión, anunciada ayer por la Federación de Asociaciones de Profesores Universitarios, implica la adopción de un “horario crítico” que permite a docentes, empleados y obreros ausentarse de sus actividades laborales para asistir a cualquier convocatoria o manifestación en defensa de sus derechos democráticos, explicó Keta Stephany, secretaria de actas de  Fapuv, quien precisó que no significa un paro universitario. “Las universidades ya están paralizadas”, afirmó.

Señaló que la decisión obedece a la falta de discusión de un proyecto concebido entre los distintos sectores universitarios para la aprobación de la III Convención Colectiva Única, lo cual crea descontento entre los agremiados que exigen una respuesta del Ejecutivo. Los representantes de las distintas federaciones esperaban obtener una respuesta el primero de mayo, pero el gobierno no la dio.

Aclaró que Fapuv propone el inicio de la discusión de un proyecto acordado entre todos los sectores y federaciones universitarias  que permita mejorar las condiciones de la educación venezolana y los trabajadores.

 “Debemos reunirnos a discutir un proyecto, estamos en conflicto y no aceptaremos esa convención”, dijo y tildó de ilegales a las federaciones afiliadas al ministerio, que excluyen a los otros sectores que representan, a su juicio, una mayoría entre la comunidad universitaria.

Desmintió que  Fapuv haya sido invitada a participar en la discusión del contrato colectivo. “Llegó un mensajero y nos entregó una carta sin membrete firmada por tres representantes  del Ministerio de Educación Universitaria que no conocemos”. Añadió que docentes y trabajadores se reunirán el martes próximo en la sede del mencionado despacho ministerial, localizado en la esquina Los Chorros, para exigirle al ministro una pronta solución que permita acordar la discusión del contrato colectivo directamente con Hugbel  Roa.


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