La investigación en las principales universidades del país no es prioridad para el gobierno nacional. Desde 2013 la partida correspondiente a esta materia ha sido reducida, eliminada o reconducida a otras necesidades de instituciones como la Universidad Simón Bolívar, indicó el rector de esa casa de estudios, Enrique Planchart.

“La investigación está muy deteriorada en el presupuesto que asigna el Ministerio de Educación Superior. En el caso de la Universidad Simón Bolívar no se destina nada para investigación ni para inversión académica, que incluye laboratorios y bibliotecas”, afirmó.

Los 68,63 millardos de bolívares que fueron aprobados por el Ejecutivo en 2016 para el funcionamiento de las dos sedes de la USB –Sartenejas y el litoral– durante medio año alcanzaron solo hasta marzo. Para el resto debieron recurrir a créditos adicionales, 3 en total, uno cada 3 meses, en promedio.

“Nos aprueban para seis meses y luego dependemos de créditos adicionales, esto se ha vuelto recurrente desde 2015. Esto solo alcanza para sueldos y el mantenimiento mínimo de la universidad. Los índices de inflación son la causa principal de esta situación”, afirmó.

El de la USB no es un caso único, más bien es la regla en la mayoría de las instituciones de educación superior, según Jessy Divo, rectora de la Universidad de Carabobo. Los fondos asignados no prevén desde hace por lo menos cinco años una inversión más allá de lo esencial para el funcionamiento.

“La distribución que hace Onapre se calcula con base en la actividad de cuatro meses y únicamente se contempla la operatividad básica, la investigación ha quedado absolutamente relegada”, dijo.

Divo señaló que debido al auge inflacionario de este año han tenido que destinar 90% de los 173 millardos de bolívares aprobados en 2016 a sueldos, y que el déficit en el presupuesto es una política reiterada del gobierno.

“Para este año solo nos aprobaron 12% de lo solicitado. La política del Ejecutivo ha sido asfixiar presupuestariamente la investigación y todos los servicios de extensión académica que se realiza en las universidades”, aseguró.

La falta de fondos ha impedido el surgimiento de nuevas líneas de investigación. No obstante, la labor continúa gracias al respaldo de la iniciativa privada, particulares y gremios, indicó Rita Áñez, rectora de la Universidad Nacional Experimental Politécnica Antonio José de Sucre.

“Apenas podemos dedicar 2% del presupuesto a la investigación, y para compensar dirigimos todo ese dinero a preservar los grupos de investigación más consolidados. Esto nos deja en un estancamiento porque no se pueden crear nuevas líneas investigativas. La innovación está en un punto crítico”, aseveró.

La docente agregó que de los 125 millardos de bolívares autorizados por el gobierno, 80% se destina a gastos de personal; 10% a beneficios estudiantiles, comedor, transporte y becas; otro 10% al funcionamiento, mantenimiento de servicios y planta física, lo que relega el campo de la investigación a 2%; 18% menos de la capacidad instalada.

“El gasto cotidiano, que nos permite mantener la operatividad esencial, se hace cada vez más elevado. Se ha mermado la calidad de investigación. El presupuesto debería ser mínimo 20% para esta área”, dijo.

Donan recursos

Las universidades Simón Bolívar, Nacional Politécnica Antonio José de Sucre, sede Puerto Ordaz; de Carabobo y el Instituto de Investigaciones en Biomedicina y Ciencias Aplicadas de la Universidad de Oriente recibieron aportes para estimular el estudio de la ciencia, en la entrega de la edición XVIII del Premio Fundación Empresas Polar Lorenzo Mendoza Fleury. Laura Díaz, gerente de Programas Institucionales de la fundación, dijo que la donación se hizo a proyectos presentados por las casas de estudios: “Esta entrega contribuye al crecimiento del talento científico venezolano, fortalecimiento de la ciencia y tecnología en pro del bienestar de la colectividad”. El aporte será utilizado por las universidades para invertir en actualización y dotación de laboratorios de química, física, biología e informática, y en un proyecto de un biomaterial utilizado en el campo de la Medicina.


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