La Cancillería bolivariana transita, entre derrotas humillantes, vergüenzas ajenas  y mentiras a granel, el peor momento de la diplomacia venezolana en toda su historia. Se ha perdido no solo la decencia, la compostura y el brillo intelectual que caracterizó a tantos cancilleres y funcionarios en el exterior aun en los regímenes más oscuros y despóticos, sino que además se ha subyugado nuestra política internacional a una isla atrasada, empobrecida y antidemocrática como la Cuba comunista.

Cuando se pensaba que ya lo habíamos visto todo, que era imposible hundirse más en el fango luego de haber nombrado al señor Maduro como canciller, o al llorica de Roy Chaderton, o la acrobática señora Rodríguez (experta en colarse por las ventanas de las cancillerías), ahora, por si fuera poco, hemos llegado al llegadero con este amateur Arreaza que cree que la diplomacia consiste en montar un circo y dar un espectáculo lastimoso como sucedió en las Naciones Unidas.

Arreaza, luego de lograr que la mayoría del mundo no quiera que lo relacionen con el régimen de Maduro, y que en América Latina y el resto del continente ni siquiera les anime hacer negocios con este paraíso de la corrupción y del pago de coimas, sobornos, sobreprecios, etcétera, ahora ha vuelto a las andadas con una fulana Misión Vuelta a la Patria.

Ayer proclamaba el oficialismo, según la agencia Efe, que un total de 9.360 venezolanos había regresado a la patria. Una gota en el océano si tomamos en cuenta que ya la oficina de la ONU, especializada en este tipo de migraciones, había precisado que los venezolanos que huían de Maduro superaban la cifra, calculada conservadoramente, de algo más de tres millones y medio de personas.

Más adelante la Cancillería de Venezuela afirmó que los retornados provienen de países como Brasil, Perú, Ecuador, Colombia, República Dominicana, Argentina. ¿No les parece algo por demás extraño que estos venezolanos que buscaban un futuro más promisor no buscaran refugio en la isla de Cuba, en el mar de la felicidad como decía el difunto Chávez? El único que se ha refugiado en La Habana es Alí Rodríguez Araque, por razones de salud y porque Maduro le ha retirado hasta el saludo.

La Cancillería, muy al estilo de Donald Trump, ha difundido oficialmente por Twitter que “6.663 venezolanos han regresado de Brasil, 1.004 de Perú, 919 de Ecuador, 325 de Colombia, 186 de República Dominicana, 171 de Argentina, 91 de Chile y 1 de Panamá”. Agrega por más señas que el “Puente aéreo instruido por el Pdte.@NicolasMaduro en el marco del Plan VueltaALaPatria ha realizado 25 vuelos, equivalente a 24% del despliegue logístico y 76% por vía terrestre”.

Revisemos estas cifras, por demás engañosas, pero que aun así merecen un repaso. Por ejemplo, de Panamá apenas ha retornado un venezolano. ¿Uno solamente? Pues se nota que el gobierno panameño funciona mejor que el de aquí. De Chile regresaron 91 compatriotas, muy pocos tomando en cuenta que las cifras del gobierno chileno dicen que allá pernoctan 300.000 venezolanos. Ayer, por lo demás, el gobierno de Chile anunció que un avión militar llegaría a Venezuela para llevarse a 250 chilenos que se marchaban por la escasez de alimentos y medicinas.  Si sacamos la cuenta, gana la diáspora y pierde Nicolás.


El periodismo independiente necesita del apoyo de sus lectores para continuar y garantizar que las noticias incómodas que no quieren que leas, sigan estando a tu alcance. ¡Hoy, con tu apoyo, seguiremos trabajando arduamente por un periodismo libre de censuras!