La inflación ha causado que hortalizas y verduras, productos del consumo cotidiano del venezolano, estén ausentes de las mesas. Los consumidores están dejando de comprar, cada día más, algunos de estos artículos ante los constantes aumentos de los precios.

El tomate, muy usado en ensaladas, guisos y salsas para pastas, aumentó 12% en una semana: pasó de 10.000 bolívares a 11.235 bolívares, informó un trabajador de un supermercado del este de Caracas.

“Yo fui a ese supermercado esta semana y solo pude comprar tres tomates que me salieron en 7.000 bolívares, porque no me alcanzó para el kilo”, aseguró una consumidora que esta semana decidió recurrir a uno de los camiones que traen hortalizas del Táchira, por ser la opción más económica.

El kilo de zanahoria cuesta 12.000 bolívares, cuando en enero pasado valía 1.752,94 bolívares, lo que significa un incremento de 585% en 7 meses. “Los precios suben de un día para otro”, señaló una empleada de un establecimiento. El kilo de papas subió de 1.320,14 bolívares a 9.395 bolívares: un alza de 612%.

La yuca marca un precio de 8.575 bolívares, cuando hace 7 meses costaba 1.219,17; una variación de 603%. La cebolla subió de 2.755,29 bolívares a 5.995 bolívares en lo que va de año, lo que significa un incremento de 118%. Además, el kilo de tomates aumentó 290% desde enero: el precio subió de 2.878,79 bolívares a 11.235 bolívares en 7 meses.

Una consumidora, que prefirió no identificarse, dijo que ha dejado de comprar algunas hortalizas y solo compra por unidad. “Cada vez compro menos, he dejado de comprar muchas hortalizas, sobre todo la zanahoria”, dijo.

En uno de los mercados ambulantes, ubicado en La California, el precio de la cebolla subió de 2.800 bolívares a 5.000 bolívares, lo que representa un alza de 79%. El kilo de papas está en 4.000 bolívares y el de plátano en 3.000 bolívares.

Las ventas y el flujo de consumidores han mermado. Un trabajador del camión aseguró que disminuyeron los pedidos, porque a veces se han quedado con productos sin vender.

En otro camión de la misma zona remataban las verduras y hortalizas. “El martes nosotros teníamos el kilo de tomates a 7.000 bolívares y tuvimos que bajarlo a 5.500 bolívares para poder venderlo antes de irnos”, señaló el encargado.

El kilo de papas y de repollo morado lo remataron a 2.500 bolívares cuando un día antes costaba 3.000 bolívares. “Hoy estoy comprando papas porque están en oferta. Además, ya no compro zanahorias ni cebollas porque lo que gano no me alcanza”, lamentó una consumidora.

El encargado agregó que el constante aumento de los precios tumbó las ventas, por lo que disminuyeron los pedidos de zanahorias, pepinos, papas y tomates porque les han sobrado productos.

En una feria socialista, ubicada en Los Cortijos de Lourdes, aunque los precios son más económicos, no se escapan de la inflación. El kilo de cebolla, pimentón y zanahoria aumentó 50% en un mes: pasó de 4.000 a 6.000 bolívares. El tomate subió de 4.000 bolívares a 8.000 bolívares en el mismo rango de tiempo, lo que se traduce como un alza de 100%.

Alejandro Torres, un consumidor que se encontraba en la feria, dijo que no pudo comprar más tomates, por lo que sustituye esta falta por salsa de tomate para pastas en lata. “Esta situación es bastante caótica, mi sueldo no alcanza para comprar lo suficiente. Fíjate, hasta me vi en la obligación de sacar a mi hija del colegio porque no lo puedo pagar”, expresó.

La feria socialista ofrece el kilo de papas a 4.000 bolívares y el de yuca a 3.000 bolívares. Un empleado aseguró que a veces no traen mercancía por el aumento de los precios de las verduras y de las hortalizas.


La cifra

12.000 bolívares cuesta un kilo de zanahorias en un supermercado del este de Caracas, 10.247 bolívares más caro de lo que costaba en enero

“El sueldo no me alcanza para comprar zanahorias ni cebollas. Hoy estoy comprando papas porque las están rematando. Me siento mal por esta situación” Consumidora


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