Los ingresos provenientes del salario y del ticket de alimentación juntos no alcanzan para comer en Venezuela porque la inflación ha diluido su poder de compra como consecuencia de que los precios de los alimentos han aumentado más de 225% en los últimos 12 meses, afirmó Marcela Máspero, coordinadora de la Unión Nacional de Trabajadores, central obrera izquierdista disidente del chavismo.Señaló que el costo de la canasta alimentaria pasa de 40.000 bolívares mensuales, lo cual significa que una familia de 5 miembros necesita reunir un ingreso superior a 5 salarios mínimos mensuales, de 7.421,68 bolívares/mes cada uno, para adquirir la compra de la cesta de alimentos.La situación, agregó la sindicalista, excluye a la mayoría de los trabajadores en Venezuela ya que ellos devengan un sueldo igual o un poco por encima de un salario mínimo mensual.Máspero también indicó que el beneficio del ticket de alimentación ayuda muy poco en la cobertura del costo de la canasta de los alimentos y de otros gastos prioritarios del grupo familiar como la educación.Recordó que el pago del bono alimentario por trabajador está entre 75 y 112 bolívares diarios, equivalentes a 2.250 y 3.360 bolívares mensuales, lo cual ni siquiera cubre el costó de una comida cuyo precio oscila entre 400 y 500 bolívares aproximadamente. ?La alta inflación hace que ni las familias ni los trabajadores puedan cubrir satisfactoriamente sus necesidades alimenticias y básicas?, aseguró Máspero.Añadió que para la Unión Nacional de Trabajadores no hay una política de Estado en materia de salarios, pues los aumentos de precios de los productos no consideran de igual manera al capital y la fuerza laboral. La continua alza de los alimentos y de los artículos de primera necesidad solo ha servido para mantener los porcentajes de ingresos de los patronos. Ellos se apoderan de la plusvalía de la clase trabajadora, para la cual no existe protección alguna, aseveró la dirigente sindical.


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