La escasez de combustible en el estado Táchira ha ocasionado que los taxistas reduzcan a cuatro horas su jornada de trabajo, pues deben invertir buena parte del tiempo en una cola con destino a una estación de servicio para comprar gasolina.

En la entidad, un conductor, particular o de servicio, requiere usar el tag o chip para comprar carburante a precio regulado, de lo contrario deberá acudir a las estaciones de servicio habilitadas por el gobierno en las que se expende el litro entre 300 bolívares y 742 bolívares.

Cristóbal Carvajal, secretario del gremio de taxistas en Táchira, señaló que le fue reducido a tres litros diarios el cupo establecido por Petróleos de Venezuela a los taxistas.

“Nos están quitando más de 30 litros de gasolina al mes. Eso nos afecta en el horario. No nos rinde. Estamos trabajando con 13,5 litros al día y laboramos de 4 a 5 horas al día. Si nos sale un viaje a La Grita -a 80 kilómetros de San Cristóbal- no podemos ir. El trabajo está limitado”, dijo Carvajal.

La falta de combustible incide también en el precio del servicio. “La carrera mínima de 2 cuadras hasta cubrir 1 kilómetro está en 5.000 bolívares. La más costosa, depende. Para ir a Caracas algunos taxistas están cobrando 2 millones de bolívares porque el riesgo es demasiado”, indica.

A mitad de camino. Quienes realizan viajes a otros estados acuerdan trasbordo con otras líneas de taxi a la mitad del trayecto para conservar, lo más que puedan, el cupo de combustible.

“Hay un taxi en Maracaibo que llega hasta la mitad del trayecto y allí se produce el trasbordo y se lleva al cliente hasta San Cristóbal. Lo hacemos para poder regresar y conservar algo del cupo”, explicó el representante de una línea de taxis que solicitó discreción respecto de su identidad.

Carvajal aseguró que 50% de los taxistas no trabaja porque a la escasez de gasolina se suman las fallas y la carestía de repuestos y cauchos.

“Tengo un amigo al que se le dañaron los amortiguadores del carro. Cuesta 1.200.000 bolívares cada amortiguador y reparado vale 350.000 bolívares sin garantía. Este es un gremio que tiende a desparecer”, agregó.

Indicó que hay líneas que han cerrado mientras que otras trabajan con 50% de la flota afiliada.

En San Cristóbal un taxista, en promedio, dura cuatro horas en cola para comprar gasolina. En otros municipios como Jáuregui, Ayacucho, Panamericano, García de Hevia y Junín, pasan la noche a la espera del despacho.

“Duermen en los carros para poder conseguir gasolina. Eso no se había visto nunca en la historia”, aseveró.

Aseguró que las empresas gubernamentales de comercialización de insumos para el sector fracasaron. “Usted va a una proveeduría y cuando llegan cauchos, baterías o aceite lo que se ve es un desfile de militares y funcionarios, los que tienen la palanca, que  luego dejan muy poco para los transportistas que es la población objetivo de esas empresas”, agregó.

CIFRA

50% de los taxistas no trabaja por la escasez de combustible y por los precios de los repuestos y cauchos. Un amortiguador, por ejemplo, cuesta 1.200.000 bolívares y reparado tiene un precio de 350.000, sin garantía


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