El plan Chamba Juvenil es utilizado por el gobierno para depurar la administración pública mediante la sustitución de los empleados, con estudios y años de servicio, por jóvenes que muchas veces ni siquiera han terminado el bachillerato, denunció Servando Carbone, directivo de la Federación Nacional de Trabajadores del Sector Público.
Alertó que los funcionarios se van de los organismos por la depreciación del salario, de las prestaciones sociales y de la caja de ahorros, situación que se hizo más crítica con la reconversión monetaria. “El plan gubernamental es que los empleados de carrera se vayan para poner en su lugar gente adepta e incondicional como los de Chamba Juvenil”, dijo. Agregó que 200 empleados abandonan semanalmente los puestos de trabajo y 97% de ellos no renuncian formalmente.
Carbone precisó que los trabajadores tampoco recogen la liquidación: “Con la hiperinflación desatada después del primero de septiembre es una burla cobrar 20 o 100 bolívares soberanos por caja de ahorros o prestaciones sociales después de 20 y 30 años de servicio”.
Sostuvo que no es casual la declaración del viceministro del Trabajo, José Ramón Rivero, en la reciente reunión de la Organización Internacional del Trabajo en Panamá, de que más de 1 millón de personas se habían inscrito en Chamba Juvenil.
El sindicalista señaló que los jóvenes del plan devengan salario mínimo y otros bonos del carnet de la patria que los coloca en más de 3.000 bolívares soberanos al mes, ingreso superior al de la tabla salarial del sector público de entre 1.800 y 2.400 bolívares mensuales.