El sindicalismo no espera cambios positivos en la política laboral del gobierno de Nicolás Maduro con la designación de Eduardo Piñate como ministro del Trabajo, y alerta que profundizará el desmontaje de la contratación colectiva, especialmente en el sector público.

“El nombramiento de Piñate es más de lo mismo. Él seguirá la línea de Maduro de un ministerio que desconoce los derechos de los trabajadores como la negociación de los contratos colectivos y la libertad sindical”, afirmó Iván Freites, directivo de la FederaciónÚnica de Trabajadores Petroleros de Venezuela.

Destacó que la Inspectoría del Trabajo ha emitido desde 2014 más de 10.000 órdenes de reenganche de empleados públicos (500 petroleros, entre ellos) despedidos injustificadamente, pero los organismos se niegan a reintegrarlos a sus puestos.

“Conozco a Eduardo Piñate porque formó parte del Frente Constituyente de Trabajadores en 1997, del cual yo fui uno de los fundadores. La instancia fue una propuesta de Hugo Chávez. También militó en la Liga Socialista, por lo que está en el entorno más cerrado de Maduro. Piñate pertenece a un sindicalismo ideológico muy ligado al Estado, un sindicalismo que depende más de un vínculo con la ideología estatal”, dijo Froilán Barrios, del Frente Autónomo de Defensa del Empleo, el Salario y el Sindicato.

La encomienda de Maduro es fortalecer los Consejos Productivos de Trabajadores, movimientos paralelos a los sindicatos y comisarios que buscan vigilar las empresas y los sindicatos independientes, añadió.

Servando Carbone, coordinador de la Unión Nacional de Trabajadores, señaló que el nuevo titular es bastante conocido en el mundo sindical como activista, en el pasado, de los derechos laborales: “Sin embargo, hay una línea gubernamental y Piñate forma parte del gobierno. No creo que lo contradiga”.

Antonio Suárez, directivo de la Federación Unitaria Nacional de Empleados Públicos, indicó  que no es una persona al frente de un ministerio quien va a limitar la acción sindical. “Cometemos el error de ponernos a evaluar gabinetes, cuando lo que debemos hacer es ir sobre las acciones. En el Ministerio de Hábitat y Vivienda estamos firmando un contrato colectivo, y Eduardo Piñate no puede echar eso para atrás”, aseveró.

El jueves, Maduro le encargó a Piñate coordinar con el presidente de Corpoelec, Luis Motta Domínguez, la discusión del contrato colectivo eléctrico depositado en el despacho laboral por la Federación Nacional de Trabajadores Eléctricos en noviembre pasado.

Aldo Torres y Edgar Hernández, directivos de Fetraelec y del sindicato eléctrico de Aragua, declararon que los trabajadores exigen el pago especial establecido en el punto de cuenta sobre las medidas de emergencia económica del sector eléctrico, que Motta firmó en abril pasado.

“Esto es un punto de honor para los trabajadores, dispuestos a ir al conflicto si Corpoelec no cumple pronto”, dijo Torres. Agregó que la negociación del contrato colectivo también debe agilizarse y “no usar la de táctica dilatoria como en esta u otras ocasiones”.

Ante los bajos ingresos económicos, Fetraelec propuso el 14 de abril a las autoridades eléctricas el pago de una remuneración global de 28,1 millones de bolívares mensuales por empleado para cubrir el gasto de por lo menos un mercado. Ayer, los trabajadores ratificaron esa exigencia en asambleas en todo el país.


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