Las sanciones financieras aplicadas por el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, contra el gobierno de Venezuela han tenido un efecto acelerado en una semana, debido a que bajaron las posibilidades de que Venezuela pueda financiar su deuda externa este año.
El mandatario estadounidense prohibió a varias instituciones financieras adquirir bonos de la estatal Petróleos de Venezuela (Pdvsa) y hacer negocios con su filial en Estados Unidos, Citgo. A pesar de que esta medida no afecta a todas las empresas del país norteamericano, varias firmas financieras temen tomar el riesgo de invertir en el gobierno venezolano, reseñó El Nuevo Herald.
Una de las razones por las que las grandes firmas financieras desean alejarse de las inversiones en Venezuela es el temor a que Washington anuncie sanciones nuevamente. “Se está tornando cada vez más difícil hacer negocios con instrumentos de Venezuela. Los precios de los bonos, los flujos y los volúmenes de operaciones con esos bonos se están extinguiendo porque todo el mundo está temiendo un próximo anuncio”, dijo desde Miami Russ Dallen, socio gerente de Caracas Capital Markets.
Dallen, una de las voces más escuchadas en el congreso de EE UU ante la situación de Venezuela, explicó que los empresarios no están dispuestos a correr riesgos en esta ocasión. “Las sanciones se están convirtiendo en una papa caliente, y nadie quiere ser el último que se quede con ellas”.
La agencia de calificación de riesgo Fitch también asomó la posibilidad del incumplimiento de la deuda venezolana, la cual es de 3,6 millados de dólares y debe ser cancelada durante este mes. “Las sanciones de Estados Unidos van a acentuar la ya débil liquidez externa del país”, resaltó Fitch en su informe.
La constante amenaza financiera de Trump colocó en una posición complicada al gobierno venezolano y Pdvsa, su mayor proveedor de divisas, debido a que deben buscar mayor inversión de los gobiernos de China y Rusia para intentar recuperarse.
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