En las oficinas de empresas venezolanas cada vez son más frecuentes las despedidas de compañeros de trabajo que deciden irse del país en búsqueda de un mejor ingreso, y es que, a pesar de que en los últimos años el gobierno ha decretado numerosos aumentos de salario mínimo, la aceleración de la inflación ha hecho que cualquier sueldo se vuelva insuficiente.

Con el aumento de 60% del salario mínimo decretado por el presidente Nicolás Maduro el domingo pasado, los trabajadores pasaron de cobrar 40.638 bolívares a 65.021 bolívares al mes, un sueldo que no alcanza para cubrir necesidades y que se ubica como el segundo más bajo de la región, solo superado por Cuba.

El Ejecutivo aseguró por mucho tiempo que Venezuela tiene uno de los salarios más altos, porque ha usado como referencia la tasa de cambio preferencial de 10 bolívares por dólar. En ese caso, los 65.021 bolívares de sueldo mínimo equivalen a 6.502 dólares al mes o 216 dólares al día, y efectivamente es un salario alto.

Sin embargo, si se lleva el salario mínimo a dólares con la tasa de cambio del mecanismo de Divisas Complementarias, que sirve para fijar el precio de mucho de los bienes que se comercializan en el país, el ingreso mínimo de los venezolanos es muy bajo.

Ayer la tasa de cambio del Dicom se situó en 719,3 bolívares por dólar. Es decir que el salario mínimo calculado a esa tasa se ubica en 90,39 dólares al mes y 3 dólares por día. Cerca de lo que se considera el ingreso de un país con pobreza extrema, que es de 1,9 dólares diarios.

De los países de la región solo Cuba gana al mes menos que Venezuela; en la isla el salario mínimo está por debajo de 10 dólares mensuales, mientras que el promedio se ubica cerca de 27 dólares.

Hasta Haití, que históricamente se ha considerado una nación menos favorecida, tiene un ingreso mayor que el venezolano, pues allí los trabajadores cobran por jornada laboral 300 gourdes, o 4,84 dólares, lo que al mes significa cerca de 9.000 gourdes o 133 dólares.

La brecha entre el salario venezolano y el que devengan en las naciones más cercanas es amplia. Mientras en el país se cobra 90,39 dólares al mes, en Colombia el salario mínimo legal este año se ubica en 737.717 pesos o 250 dólares, según la tasa de cambio representativa de su mercado, que ronda 2.949,60 pesos por dólar. Mientras que en Brasil el salario mínimo es de 945 reales o 290 dólares.

El salario mínimo de Perú es mucho mayor, la remuneración mínima vital es de 850 soles o 255 dólares. En Bolivia los trabajadores cobran más de 1.800 bolivianos al mes, o 290 dólares.

En naciones que pagan directamente en dólares la diferencia con el salario venezolano es aún más notable. En Ecuador, por ejemplo, el sueldo mínimo es de 375 dólares.

Todo más caro

Venezuela no tiene el salario mínimo más bajo de la región, pero sí tiene la inflación más elevada.

Aunque el BCV no les ha dicho a los venezolanos de cuánto fue la inflación al cierre del año pasado, sí se lo notificó al Fondo Monetario Internacional. El BCV reportó al FMI que en 2016 la inflación promedio fue de 254,95%, mientras que al cierre del año llegó a 274,35%, según el más reciente reporte del organismo.

De este año aún no hay cifras oficiales de inflación, pero la medición que realiza la Asamblea Nacional reportó que al cierre del primer trimestre del año la inflación se ubicó en 65%. Además, el Fondo Monetario Internacional calcula que este año la inflación puede cerrar en más de 1.000%.

Economistas han reiterado que mientras el Ejecutivo no tome las medidas necesarias para frenar el aumento de los precios en el país, los incrementos de los salarios seguirán siendo insuficientes. Además, insisten en que para recuperar el poder de compra es necesario que haya más oferta de bienes.

Representantes gremiales han coincidido en que es necesario frenar la inflación para poder pagar salarios atractivos que los ayuden a retener el personal.

La cifra:

13 dólares es el salario mínimo de los venezolanos si se usa como referencia la tasa de cambio del mercado negro


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