Venezuela requiere renegociar su deuda externa que, según expertos, se ubica entre 140 y 160 millardos de dólares. A esto apunta el equipo de trabajo del presidente interino, Juan Guaidó, una vez que en el país se dé el cese de la usurpación.

Parte de los bienes y dinero congelados en instancias internacionales será utilizado para la atención inmediata de la crisis nacional.

“La prioridad es usar los recursos financieros para atender la emergencia humanitaria compleja”, informó el procurador especial de la República, José Ignacio Hernández, quien insistió en que no habrá trato preferencial en el reconocimiento de pasivos en moneda extranjera, incluso aquellas deudas del Estado con las empresas que operan en la faja petrolífera del Orinoco o las compañías mineras. 

Hernández dijo que parte del proceso de la renegociación es acudir al mercado mundial y buscar recursos a través de préstamos y ayuda humanitaria para honrar los compromisos que adquirió el Estado durante los regímenes de Hugo Chávez y Nicolás Maduro. Los créditos públicos solicitados fuera del marco constitucional, indicó, no serán reconocidos dentro del plan, “pero eso se determinará caso por caso”.

Aseguró que hay organizaciones y firmas dispuestas a invertir en el país, trabajar por la recuperación económica venezolana e invertir en los sectores más afectados. “Muchas ONG e incluso empresas han manifestado su interés en contribuir en la reconstrucción de la economía, en sectores tales y como electricidad, hidrocarburos, alimentación”, dijo.

“El cese de la usurpación es una condición necesaria para iniciar negociaciones. Por los momentos avanzamos en labores preliminares”, indicó el procurador. 

Para el préstamo que Venezuela deberá solicitar al Fondo Monetario Internacional, este deberá realizar una investigación exhaustiva sobre los estados financieros de la nación, las reservas y los recursos que aún mantiene para dar su veredicto y ofrecer, o no, el préstamo de rescate económico.

El texto sobre los lineamientos de renegociación de la deuda pública nacional indica lo sigiente: “Las autoridades reconocen que el diseño de un programa de recuperación económica para un país en las condiciones en las que se encuentra Venezuela será un reto de gran magnitud y un trabajo intensivo que requerirá mucho tiempo. Se espera que el referido programa incluya una proyección sobre los requerimientos del nivel de deuda y el servicio asociado a esta deuda, que el país pueda honrar en los años venideros”.

Miguel Ángel Santos, director de Investigación Aplicada del Centro para el Desarrollo Internacional de la Universidad de Harvard, habría anticipado que el equipo de Guaidó recurriría a un fondo extraordinario del FMI para catástrofes y situaciones bélicas, que podría ascender entre 60 y 70 millardos de dólares para la reactivación del aparato económico nacional. 

Ángel Alvarado, miembro de la Comisión Permanente de Finanzas y Desarrollo Económico de la Asamblea Nacional, explicó que Venezuela se apoyará en su papel de país fundador del FMI para solicitar la ayuda de ese organismo.

“Venezuela es socio del fondo, fundador además que acotó una cuota muy importante para la integración del bloque. Cuando el fondo se crea, Venezuela era el segundo país más rico del mundo y con ello tenemos derecho de recurrir al fondo mismo”, manifestó el parlamentario.

Señaló que las expectativas de los planes para la recuperación nacional son muy altas, considerando que las directrices van de la mano de expertos en materia económica que “han querido ayudar y aportar”.

Sobre los montos por cancelar, el economista dijo que “primero se auditará para excluir a los vivos, a los fraudulentos, a los corruptos que pretenden entrar en el proceso; luego se renegocia la deuda”.

Parte de los compromisos viene de los acuerdos bilaterales con “China, Rusia, la multilateral como con la de Hoc Holding, básicamente Pdvsa y la República”, señaló. 

Aseguró que el monto deudor que actualmente está bajo un arbitraje internacional es de 159 millones de dólares y podría aumentar a 180 millones de dólares. 


El periodismo independiente necesita del apoyo de sus lectores para continuar y garantizar que las noticias incómodas que no quieren que leas, sigan estando a tu alcance. ¡Hoy, con tu apoyo, seguiremos trabajando arduamente por un periodismo libre de censuras!