“Ya la gente prácticamente no come hallacas”, afirmó Elvira León en el mercado municipal de Quinta Crespo. En su casa, de una hallaca comerán dos personas. “Eso es lo que haremos, aunque sea para probarla”, dijo su hija, Gina León, y añadió que el nuevo sueldo de 4.500 bolívares no alcanza para comprar los ingredientes.

Como van las cosas, en cuestión de poco tiempo será más cuesta arriba preparar el tradicional plato navideño, pues los precios de algunos productos suben de un día para otro.

El alza constante se evidencia en la variación del costo de su preparación: pasó de 381,2 bolívares, en noviembre, a 839 bolívares, lo que representa un incremento de 120%. Una familia debe destinar casi 6 días del salario mínimo para preparar una hallaca. Hace un año salía, promedio, en 0,56 bolívares; es decir, un aumento de 149.721,4%

Para preparar 50 hallacas se necesitarían 41.945 bolívares, más del doble de la cantidad que se requería hace un mes, entonces fue 19.060 bolívares, un repunte de 120%. Más de 9 salarios mínimo son indispensables para cubrir ese gasto. Al comparar con igual fecha del año pasado, cuando se necesitaba lo equivalente a 28,32 bolívares soberanos, se observa un aumento de 148.010,8%.

65.730 bolívares tendría que pagar una familia si comprara en mercados municipales un kilo de cada uno de los 18 ingredientes principales para la preparación, además de las hojas y el pabilo, que serían 940 bolívares adicionales. Por los elevados precios, el intercambio se convirtió en una opción en medio de la crisis. “Yo cambié pabilo por hojas con una vecina”, contó una residente de la parroquia Candelaria.

En los mercados municipales, la mayoría de los consumidores no compra o el presupuesto solo le alcanza para llevar menos de medio kilo de algún ingrediente. Una comerciante de un puesto en Quinta Crespo, que el miércoles ofrecía un kilo de aceitunas sin hueso en 10.000 bolívares, y pasas y alcaparras en 6.000 bolívares, afirmó: “Sinceramente, las ventas han sido caóticas, pues por estos precios que están llegando no todo el mundo puede comprar como antes. La gente normalmente pedía de medio a cuatro kilos de aceitunas, pero ahora se llevan 100 o 200 gramos”.

Una consumidora, que pasaba por el pasillo del mercado, se detuvo al ver sobre la vidriera del puesto el recipiente de las aceitunas. “¿Cuánto cuestan?”, le preguntó a la comerciante, quien le respondió: “8.500 bolívares (con hueso)”. La mujer siguió caminando. “¡Están carísimas!”, expresó. “Pero no hay que perder la tradición a pesar de que la situación esté un poco difícil”, dijo con resignación.

La dueña del expendio agregó que varios clientes le han comentado que pese a la crisis, tratarán de preparar por lo menos una hallaca para cada uno de los miembros de la familia, tratando de que no se opaque aún más la alegría de la Navidad. No pudo evitar rememorar lo que se hacía en navidades anteriores: “Antes uno le daba 2 hallacas a fulanito, 4 a la mamá, 10 más a no sé quién, pero ya no se puede. Ahora, si acaso, habrá hallacas solamente para el 24 y el 31 de diciembre”.

Esto es justamente lo que hará Omaira Arenas, que estaba en una carnicería del mercado municipal de Chacao. “Ahorita es cuando estoy comprando carne para ver si me atrevo hacer las que me salgan, quizás 20, simplemente para la cena del 24 y del 31. Pero no como en otros años cuando hacíamos más de 50 hallacas, que incluso dejábamos para el Día de Reyes en enero”.

Prescindirá del cochino, que normalmente lo mezclaba con la carne de res para el guiso, pues en el mercado varió de 2.900 bolívares a 4.200 bolívares en una semana.


Los que faltan. Además de los precios elevados, la escasez de ingredientes imprescindibles, como la carne de res, el tocino y el pollo para el guiso, es también un impedimento para la elaboración del tradicional plato navideño.

El martes, en el mercado de Quinta Crespo no había carne en las neveras de los puestos que la expenden. Las carnicerías consultadas tampoco tenían tocino y en los frigoríficos era notable la ausencia de pollo. Solo ofrecían la gallina en 2.400 bolívares el kilo, lo que significa más de la mitad del nuevo salario mínimo. En el mercado municipal de Chacao tampoco había pollo.

“No sabemos qué vamos a comer en Navidad, ni siquiera hallacas porque no hay carne en el mercado. El presidente Maduro dijo el nuevo precio y ya desapareció”, señaló una consumidora que se encontraba en Quinta Crespo, acompañada de su pareja, quien añadió: “Nadie sabe si podrá hacer hallacas, solamente las personas que manejan mucho dinero o que tienen un negocio de comida. Ellos pueden tener alguna certeza de que van a prepararlas”.

La nevera de una pollera en las inmediaciones del mercado también estaba desprovista. Los comerciantes coincidieron en que los rubros volvieron a desaparecer tras la nueva lista de “precios acordados” que publicó el gobierno en la Gaceta Oficial 41536, igual ocurrió días después del 22 de agosto cuando se anunció la primera regulación del plan de recuperación económica, ofrecida.

La harina de maíz precocida igualmente escasea no solo en mercados municipales, sino también en abastos y supermercados. Entretanto, bachaqueros la ofrecen sin disimulo y ante guardias nacionales en 400 bolívares el kilo.


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