A pesar de que Venezuela tiene las mayores reservas probadas de petróleo en el mundo, en varias ciudades del interior del país decenas de conductores están durmiendo en estaciones de servicio a la espera de que llegue una cisterna con combustible para que puedan llenar los tanques de sus vehículos.

Entre los estados que más se han visto afectados por las fallas en el suministro de gasolina y diésel están Táchira y Mérida, así como Zulia y Barinas.

Cansados y molestos por pasar tantas horas en cola, ayer los conductores en varias zonas de San Cristóbal, en Táchira, decidieron usar sus propios carros para bloquear las vías como forma de protesta. “No es posible que un país petrolero esté así. Estoy desde el sábado tratando de echar gasolina”, dijo José Medina, uno de los conductores que estaba en la gasolinera de La Guacara, en el centro de la ciudad.

En el sector Barrio Obrero no solo protestaron por la escasez del carburante, también se quejaron porque funcionarios de distintos organismos de seguridad, apostados en las estaciones de servicio, supuestamente cobraban entre 50.000 y 200.000 bolívares para permitir que personas que no habían hecho cola pudieran echar gasolina.

“Protestamos porque hay gente que intenta colearse y eso no es justo. Nosotros hemos pasado más de 24 horas tratando de comprar gasolina, sin poder tener un baño, incómodos, y ¿va a venir otro a colearse? Pues no”, dijo Francisco Suárez.

Fuera de San Cristóbal la situación es mucho más crítica porque los conductores han estado en colas desde hace cinco días. Los vecinos se han organizado de manera que mientras unos están en cola a la espera de carburante, otros les llevan alimentos y bebidas.

En el estado las protestas por escasez de gasolina se sumaron a las protestas por la escasez de gas doméstico. Pasadas las 5:00 pm aún permanecía cerrado el paso a la frontera, a la altura de Capacho.

Personas vinculadas a las gasolineras en San Cristóbal indicaron que están a la espera de que el gobierno pague el cabotaje a un buque que llegó hace más de 15 días a las costas de Puerto La Cruz para empezar allí la descarga de combustible y luego trasladarse a Carenero, Puerto Cabello y Bajo Grande. “Toma al menos un día en cada sitio la descarga. Se atrasaron con los pagos y eso se traduce en problemas para todos”, agregaron.

Víctimas de robos

Los habitantes de las poblaciones de Tovar, Santa Cruz y Zea, en Mérida, también han tenido que pasar hasta tres días en colas esperando para poder comprar combustible. La situación se ha vuelto más crítica en los últimos seis días cuando muchas bombas de gasolina han permanecido cerradas.

Los conductores que pernoctan en las colas en las estaciones de servicio se han convertido en objetivo fácil del hampa. Decenas de personas han reportado que hombres en motos les han robado celulares, carteras y demás objetos personales mientras esperan para intentar surtir sus vehículos.

Ayer decenas de carros se quedaron varados en calles y avenidas de la ciudad capital porque se les acabó el combustible. El transporte público que opera con gasolina no funcionó en su totalidad. Las fallas en el suministro en el resto de los municipios han afectado el traslado de productos agrícolas hacia el centro del país.

Sandy Trujillo Blanco, presidente de la Cámara de Turismo del estado Mérida, afirmó que la escasez de gasolina, así como la falta de gas y de dinero en efectivo va a incidir en la actividad económica de la entidad durante estos días en los que suele aumentar la llegada de turistas.

En Maracaibo, Zulia, los conductores también debieron amanecer en las colas para echar gasolina. Algunas estaciones eran custodiadas por funcionarios de la Guardia Nacional Bolivariana.

Excusa roja

A pesar de que la escasez de combustible acumula varios días, no fue hasta el martes en la noche cuando Petróleos de Venezuela se pronunció por las fallas. A través de su cuenta en Twitter, la estatal afirmó que los retrasos en el despacho de gasolina se deben a las sanciones económicas aplicadas por Estados Unidos al gobierno.

“Ofrecemos disculpas al pueblo venezolano por los retrasos presentados en el suministro de combustible en la región andina del país, debido al rechazo de nuestros pagos del servicio de cabotaje, por las sanciones del gobierno estadounidense”.

Pese a los argumentos de la empresa, trabajadores de  la industria petrolera insisten en que si las refinerías del país estuvieran operativas, no habría que depender de la gasolina importada.

Iván Freites, directivo de la Federación Única de Trabajadores Petroleros de Venezuela, afirmó que en este momento la única refinería que produce carburante en el país es Amuay, y no es gasolina terminada.

“La gasolina que se está produciendo es de 55 y 60 octanos, debe mezclarse con alquilatos y otros aditivos para obtener el octanaje requerido. Pero todo está paralizado, incluso faltan gandolas, de las 2.100 que hay, 1.400 están paradas por falta de repuestos y del mismo combustible”.

Freites dijo que anteriormente Pdvsa estaba en capacidad de producir hasta 600.000 barriles diarios de gasolina y que en los tanques solían contar con inventario para 15 días. “Ahora no producimos nada y no tenemos inventario ni para media hora”.


Pdvsa negocia

Petróleos de Venezuela y la firma de comercio internacional Trafigura están en conversaciones para el intercambio de más de 10% de la producción de crudo del país por combustibles importados para uso doméstico, según borradores de documentos vistos por Reuters.

Las conversaciones ocurren en medio de un acceso limitado de Pdvsa al crédito debido a sanciones impuestas por Estados Unidos que han interrumpido sus compras de petróleo y sus garantías bancarias para despachos de crudo, lo que incrementa la dependencia de la nación de los intercambios, reseñó la agencia en su página web.


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