El solomo de cuerito y la pechuga se volvieron un lujo para muchos venezolanos ante los altos precios en los que se consiguen. El salario mínimo junto a la cestaticket ya no alcanza para comprar ninguno de los dos productos cárnicos.

En Caracas, la carne se consigue en 2.245.000 bolívares el kilo, mientras que la pechuga de pollo en 3.080.000 bolívares el kilo. Se necestarían 5,71 y 7,8 salarios mínimos (Bs 392.646), respectivamente, para poder adquirirlos.

La situación se extiende a otros estados como Vargas, en los que la carne también superó la barrera de 2.000.000. En esta entidad, una trabajadora de una carnicería indicó al diario La Verdad de Vargas que los proveedores les entregan la proteína con incrementos que varían entre el 50% y 100%.

“Quien paga los platos rotos es el comerciante, pues debe desembolsar grandes cantidades de dinero para adquirir el producto y las ventas han caído”, criticó.


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