“Voy a convocar un gran diálogo nacional para un acuerdo de recuperación económica”, dijo el presidente Nicolás Maduro en el cierre de  campaña. Prometió que después de su triunfo convocaría a empresarios “para construir el nuevo sistema económico”.

El ofrecimiento de diálogo lo reiteró el domingo luego de que el Consejo Nacional Electoral le dio el triunfo en las presidenciales y ayer cuando fue proclamado. Sin embargo, representantes de los sectores empresarial, comercial y agrícola sostienen que no hay garantías ni condiciones para un nuevo diálogo con el presidente reelecto.

“El gobierno señala cada vez más al empresariado como culpable, cuando el único responsable de la crisis es el gobierno y sus políticas económicas. Hasta ahora no ha mostrado señales de querer en realidad apoyar e impulsar al sector privado”, dijo María Carolina Uzcátegui,
presidente de Consecomercio.

El titular de Fedecámaras, Carlos Larrazábal, insistió en que no hay garantías mientras se ataque a la empresa privada. “Es muy difícil establecer un diálogo sin que el gobierno cambie su conducta de ataque y persecución”, expresó.

Indicó que un diálogo tendría resultado si el gobierno está dispuesto a hacer correctivos y a rectificar lo que plantea el plan socialista, que es sustituir la empresa privada por otro tipo de propiedad y aplicar una política cambiara que impide que se adquieran divisas de forma legal. “La causa de la crisis es el modelo socialista del siglo XXI”, aseguró.

Fedecámaras ha estado dispuesta a participar en un diálogo basado en lo que establece la Organización Internacional del Trabajo, la cooperación entre representantes del gobierno, empleadores y trabajadores para impulsar el desarrollo económico, recordó.

“Ese dialogo en Venezuela no se ha dado de ninguna manera y por eso demandamos ante la OIT el incumplimiento de los acuerdos de diálogo
social”, dijo Larrazábal. A raíz de la demanda, el Consejo de Administración aprobó en marzo de 2018 una Comisión de Investigación para persuadir al gobierno de cumplir con los convenios ratificados, recabar pruebas y después presentar a la organización un informe con las recomendaciones.

“El gobierno está obligado a establecer un diálogo tripartito, pero desde que llegó Chávez al poder se satanizó la palabra tripartito”.

El ex presidente de Fedecámaras, Jorge Roig, agregó que el Ejecutivo tiene la más alta penalización dada por la OIT, que fue la creación de la Comisión de Investigación, producto de un reclamo de casi 13 años que ha hecho Fedecámaras, apoyada por trabajadores venezolanos. “Está
demostrado que en Venezuela no existe el diálogo social ni las condiciones para uno. No hay confianza ni credibilidad en ese llamado al diálogo ni en ninguna capacidad de rectificación”.

Larrazábal recordó que en los encuentros anteriores el gobierno nunca rectificó. Añadió que en el Consejo Nacional de Economía Productiva
–diálogo entre el sector privado y el gobierno instalado en enero de 2016 y relanzado en enero de 2017– se dio “una cantidad importante de reuniones”, pero no se logró nada.

Roig refirió que las conversaciones fueron un cascaron vació en el cual no se resolvió un solo problema del país en materia económica.

Celso Fantinel, primer vicepresidente de Fedeagro, indicó que el resultado de las reuniones que mantuvieron con el gobierno para recuperar la economía no permite confiar en el llamado a un nuevo diálogo. “Presentamos las solicitudes para recuperar la producción nacional, como  garantizar el suministro de agroinsumos, el respeto a la propiedad privada, eliminar el control de precios, unificación cambiara y despenalización del dólar. Pero las reuniones no dieron resultados. Si no se logró en aquel momento, ¿qué garantías tenemos en un nuevo diálogo?”, dijo.


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