En un comunicado que difundió el lunes, el banco estadounidense Goldman Sachs confirmó la compra de bonos de Pdvsa luego de las fuertes críticas que le hicieron políticos venezolanos por darle liquidez al gobierno de Nicolás Maduro, acusado de actuar fuera de la Constitución y reprimir salvajemente a quienes protestan en su contra.

“Compramos estos bonos, que fueron emitidos en 2014, a un corredor en el mercado secundario y no interactuamos con el gobierno venezolano”, dice el comunicado, reseñado por Reuters en su página web.

“Reconocemos que la situación es compleja y en evolución, y que Venezuela está en crisis. Estamos de acuerdo en que la vida allí tiene que mejorar e hicimos la inversión, en parte, porque creemos que así será”, agregó el banco.

Goldman Sachs evitó hablar sobre el monto que pagó por lo bonos y los actores que participaron en la operación. Sin embargo, fuentes dijeron a The Wall Street Journal que la transacción se logró gracias a la intermediación de la firma Dinosaur Group, con sede en Londres.

El diputado Julio Borges, presidente de la Asamblea Nacional, publicó ayer una segunda carta en la que responde al comunicado del banco. “Por más esfuerzos que hagan Goldman Sachs y sus más altos ejecutivos no pueden maquillar este acuerdo que representa una inmoralidad para los venezolanos”.

Agregó que al extender un salvavidas de 865 millones de dólares al gobierno de Maduro, el banco estadounidense se convierte en cómplice de una dictadura, de la represión y de los abusos de los derechos humanos en el país.

“Seamos claros, a una tasa de interés de 42,75% el acuerdo equivale a un acto de usura. Esta transacción financiera y moralmente reprochable es el resultado de un régimen profundamente impopular, desesperado por retener el poder y dispuesto a hipotecar el futuro de Venezuela, el cual encontró en Goldman Sachs un voluntario dispuesto a apretarle las tuercas al pueblo venezolano en una flagrante violación de su propia Declaración de Derechos Humanos y Código de Conducta”.


Investigación. Tal como había anunciado Borges, ayer en la sesión ordinaria de la Asamblea Nacional se aprobó iniciar una investigación sobre la operación que hizo Goldman Sachs con el BCV, con especial atención en la actuación de Ricardo Sanguino, presidente del instituto emisor.

También se acordó solicitarle al Congreso de Estados Unidos que abra una investigación a Goldman Sachs y a los intermediarios que hayan participado en la operación, para determinar la responsabilidad penal y administrativa que pudieran tener.

El gobierno de Estados Unidos ya se refirió a la operación. Un alto cargo del Departamento de Estado afirmó que la compra por parte de Goldman Sachs de bonos de Pdvsa es altamente problemática por la potencial ilegitimidad de la operación, ante la falta de aprobación del Parlamento.

“Claramente, hay preocupación en las mentes de todos los que están mirando para realizar este tipo de compras de deuda hoy, es altamente problemática”, aseguró en una conferencia de prensa, reseñada por EFE.


¡Goldman Sachs, qué vergüenza! gritaron en Nueva York

AFP

Al grito de “¡Goldman Sachs, qué vergüenza!”, un grupo de venezolanos protestó ayer frente a la sede del banco en Nueva York en rechazo a la compra de 2,8 millardos de dólares en bonos al Banco Central de Venezuela.

Vestidos con gorras del tricolor y agitando banderas venezolanas, los manifestantes llevaron pancartas con leyendas como “Goldman Sachs apoya la dictadura venezolana” o “Goldman Sucks (Goldman apesta)”.

“Este acuerdo es inmoral, es lesivo para los intereses del pueblo venezolano que es reprimido desde hace meses mientras demanda libertad y democracia”, declaró Eduardo Lugo, un estudiante de 23 años que vive en Nueva York hace 4 años y organizó la protesta.

“Hace 18 años que vivimos la destrucción sistemática de nuestro país. Estamos pasando hambre, no hay medicinas. Y este buen negocio de Goldman Sachs es a costa de nosotros, de nuestras vidas. Ese dinero va a ir a comprar gases lacrimógenos, balas, armamento para reprimir”, expresó Diana Carvallo, otra manifestante.


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