Sectores producticos de la zona de frontera esperan que se produzca un pronto encuentro entre el recién electo presidente de Colombia Iván Duque y su similar Nicolás Maduro con el objeto de concertar ideas para reactivar el área económica limítrofe. Los pasos internacionales entre Venezuela y Colombia fueron cerrados por decisión unilateral del presidente venezolano en julio de 2015 y desde entonces solo se ha acordado el tránsito peatonal.

“El sector productivo del eje fronterizo espera de las autoridades venezolanas que se inicien las conversaciones que permitan atender de manera conjunta una serie de circunstancias que se vienen planteando respecto del desarrollo de la frontera que ha estado supeditado a una serie de vaivenes producto de las discrepancias y conflictos políticos generados en las administraciones de Juan Manuel Santos y Nicolás Maduro”, dijo Vladimir Tovar, coordinador de asuntos fronterizos de Fedecamaras-Táchira.

Tovar dijo que debe haber decisiones conjuntas para atender problemas de inseguridad y la falta de productividad.

“Se necesita una frontera altamente dinámica, que las condiciones sean de prosperidad binacional hacia Norte de Santander y el Táchira, que podamos tener un comercio binacional, ágil y con una actividad económica altamente calificada que garantice la inversión privada y pública y sobre todo el crecimiento de las poblaciones fronterizas”, agregó Tovar.

Señaló que los enlaces deben comenzar de inmediato a través de las vías diplomáticas “para que no se pierda tiempo”

A causa del cierre de frontera, unos 17.000 colombianos salieron de territorio venezolano, en su mayoría, expulsados por el gobierno nacional. Quedó en espera la activación oficial de Puente Internacional Tienditas, obra construida con una inversión superior a los 30 millones de dólares y aportada por los gobiernos de Venezuela y Colombia, disminución del intercambio comercial que en 2015, al momento del cierre, era de 1.169 millones de dólares según Cavecol y una año después se ubicó en 722 millones de dólares. También provocó el cierre de negocios y fábricas que dejó desempleados a ambos lados de la línea limítrofe.


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