La depresión de la economía venezolana se profundiza cada día más, y prueba de ello es la cifra de inflación de 53,7% de acuerdo con el registro de los expertos de la Asamblea Nacional, que lejos de ser una buena noticia lo que expresa es una fuerte contracción, indicaron los economistas Sary Levy y Henkel García.

En enero, la Asamblea Nacional publicó que la inflación fue de 191,6%. Si este número se compara con la cifra de 53,7% de febrero, anunciado el jueves, se entiende la razón por la cual el diputado y economista José Guerra habla de «desaceleración».

Pero se trata de un fenómeno circunstancial que además no tiene un significado positivo. 

«Lo que sucedió con la cifra de inflación de febrero se debe a la poca capacidad de compra que tienen los ciudadanos, además de la contracción de la cantidad de crédito disponible para que las empresas produzcan. Es la demostración de la depresión económica en la que estamos sumidos. La gente no tiene con qué comprar y tampoco hay mucho que comprar», indicó Levy. 

Para García, también director de Econométrica, meses como enero y febrero siempre registran baja actividad económica y para hablar de desaceleración habría que compararlo con el mismo mes del año pasado.

«Sí se nota un estancamiento del dólar paralelo y una desaceleración de los precios con respecto a enero, pero eso es producto de la restricción monetaria y la falta de financiamiento. La disponibilidad de productos ha caído dramáticamente, hay menos crédito, menos producción y menos dinero, lo que a la larga se traducirá en que cada vez la economía venezolana será más pequeña», dijo.

Levy hace énfasis en que esto se hará más evidente una vez que se evalúen las consecuencias de la falla eléctrica en el sistema productivo nacional. «Seguirá cayendo la oferta de productos», argumentó.


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